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Recordando a Don Tomás Castillo

Hoy quiero invitarlos a realizar Un Viaje al Pasado para recordar a un hombre emprendedor, trabajador y apegado a su familia, le gustaba conversar con la gente, siempre les daba buenos consejos, se caracterizó por su buen humor y su fe en Dios, ayudó a mucha gente, me refiero a Don Tomás Castillo.

Originario de Saltillo, Coahuila, nació el 20 de diciembre de 1917, hijo de Don Guadalupe Castillo, Doña Cruz Rodríguez, fue un niño humilde e inquieto, a sus 17 años se inició como ayudante de cocina en una fonda de comida económica en Monclova, Coahuila.

Recordando a Don Tomás Castillo

Después en el año de 1946 en Monterrey, Nuevo León, fue cocinero en el restaurante “El Magnolia” que estaba a un lado de la central de autobuses y ahí conoce a la que sería su esposa, Doña María Santos Espinosa, ese mismo año 1946 se traslada a Matamoros, Tamaulipas, buscando nuevos rumbos, en donde llega a ser Chef del US Bar, que se encontraba en la calle Quinta y González. 

Al año siguiente en 1947 es contratado por Don Juan N. Guerra como chef principal en el Oasis Bar, que años después se llamó El Piedras Negras, actualmente en calle Sexta y González con Abasolo. 

Fue reconocido como chef de cocina internacional y recomendado por su patrón Don Juan, se traslada a la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, y empieza a trabajar en el US Bar y La Cucaracha, lo que fue la zona rosa del Puente Internacional, dicho lugar era el restaurante de moda en el año de 1950, pues acudían mucha gente local, así como turistas de estadounidenses. 

En 1954 por petición de un alto ejecutivo, realizó un banquete para ingenieros petroleros de Pemex, fue excelente la calidad y el servicio que ofreció que les gustó mucho la comida de Don Tomás, siendo reconocido su delicioso sazón como cocinero, ese mismo día le ofrecieron un contrato en el campo Treviño de Petróleos Mexicanos, cerca del poblado de Nuevo Progreso, como jefe de cocina, para atender a más de 250 trabajadores de exploración de la cuenca de Burgos de la compañía Pauley Panamerican Inc, en tres turnos, para este arduo trabajo le ayudaban 8 cocineros y 9 meseros de los cuales Don Tomás se hacía cargo. Hasta el año de 1962.

En 1959 construye su casa en Río Bravo, viendo el gran auge algodonero y el gran potencial que tenía la ciudad y decide quedarse y hace su residencia definitiva.

En el año de 1962 hasta el año de 1963 estableció un pequeño local que le rento el señor Leonel Zorola un restaurante llamado El Caminante, instalado en la avenida Francisco I Madero con calle Oriente 6. 

A inicios de 1964 nace la lonchería el Segundo Asalto, que estaba ubicada en la calle Tlaxcala esquina con Chiapas, donde hoy es el jardín del Banamex, antes llamada El Caminante, contaba Don Tomás que lo habían robado dos veces por tal motivo le cambió el nombre a “El Segundo Asalto” en donde acudían los artistas más reconocidos de aquel tiempo que, se presentaban en los bailes populares que se organizaban en la plaza Benito Juárez.

La lonchería de Don Tomás adquirió reconocimiento y fama en toda la región por sus lonches de estofado de lengua de res, hamburguesas y menudo. En el año de 1967 abre otro negocio de comida conocido como el merendero El Bosque, ubicado en la avenida Morelos esquina con Oriente 4, conservando este último y cerrando el Segundo Asalto un 30 de septiembre de 1979. En este negocio, siempre fue apoyado por su amada esposa y sus hijos.

Don Tomás demostró el inmenso cariño que le tuvo a Río Bravo radicando desde 1959 hasta su fallecimiento el 25 de julio de 1985, siendo sus últimas palabras “Se me hace que este chavo ya no regresa a Saltillo”, tuvo dos hijos, Juan Ignacio y Esther Castillo Espinosa y seis nietos.

Es por eso y más que hoy recordé a Don Tomás.

¡Gracias por hacer juntos Un Viaje al Pasado, hasta la próxima!