Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

Muerto en vida, podrido y atrapado sin salida

Un abismo profundo y negro, e incierto  

¿Por qué se hace adicto, el adicto? Crisis económica, ausencia de valores, carencia de códigos educativos y de ética, malos ejemplos, herencias nefastas, emocionales y genéticas, mala comunicación, poca convivencia, amistades tóxicas, influencias cibernéticas y de medios, identidades y personalidades falsas, apatía,  otros factores palpables, ponen en riesgo a la gran mayoría de las familias, no importa, si se es rico o pobre, indígena o menonita, de la clase media, baja o alta, no hay edad ni religión, esta enfermedad emocional agarra a todo el mundo por parejo, es una herencia genética que se ha venido trasmitiendo de una generación a otra, los niños nacen con una alta predisposición al alcoholismo y la neurosis, son candidatos a caer en las garras de la perra, maldita enfermedad perversa del alma, La Saliva del Diablo, crecen, estos adictos en hogares disfuncionales y han de romperse tuti la madona por sus nefastas conductas toxicas que  no desaparecen en toda la vida, muchos de estos niños, de esta época, son nacidos para perder.

Muerto en vida, podrido y  atrapado sin salida