Misericordioso como el Padre

El tema del año jubilar es Misericordia: perdón y sanción. Es necesario reflexionar en lo que es y que no es perdonar. “Perdonar” no es: olvidar, absolver, auto sacrificarse, un acto de una sola vez, o pretender que todo está

bien cuando todo indica lo contrario; cambiar tu comportamiento- por ejemplo pensar “No tengo que llamar a esa persona que me dañó”.

‘Perdonar’ es un acto, la acción de dejar ir el dolor y moverse hacia adelante en la vida; es una actitud y un proceso que requiere un cambio de percepción una y otra vez; es una elección que dice, “Elijo abandonarme e involucrarme cuando me hieren”. Si no perdonamos nos quedamos como congelados, atorados, atrapados en tiempo pasado.

Existe el peligro que podemos rodearnos de energía negativa, por ejemplo: odio, rencores, envidia, y la pereza. Quizá entre una falsa ilusión: “Si permanezco alejado, nunca me lastimarán de nuevo” o “Si esto no hubiera pasado yo estaría mucho mejor”. 

A fin de cuentas, recordar y perdonar es mejor que olvidar y perdonar. Es mejor buscar algo mejor y una energía positiva, por ejemplo, en el ejercicio, oración, y en la comunión con aquellos que sonríen auténticamente. Entonces, al perdonar ya no queremos castigar porque aceptamos que nada de lo que hagamos para castigarlos nos ayudará a sanar. Abramos, pues, la ‘Puerta de la Misericordia’ en nuestros corazones y podremos aceptar a la gente tal como es. Quizá habrá casos en que se requiere psicoterapia. Esta herramienta puede ser un complemento bueno y esencial: terapia, grupos de apoyo, ejercicio, etc.

Termino con ‘Los 10 Pasos del Perdón’:

1.   Ámense unos a otros

2.   Tú debes perdonar si quieres que te perdonen

3.   Debes orar por los que te hacen daño

4.   No perdonar es un tipo de odio

5.   Has una decisión para perdonar

6.   Busquen la sanación de las emociones y recuerdos

7.   Cierren las puertas al demonio

8.   Perdónense a sí mismos 

9.   El perdón es un proceso

10. Ame a su prójimo siendo canal de sanación

Nuestro Santo Papa y todos los obispos han abierto simbólicamente ‘la puerta de misericordia’ en todas las catedrales por todo el mundo. Daremos ganas para abrir ‘la puerta de nuestro corazón’ y aprovechar de la gracia de Dios para nuestra conversión total.

¡Vive un día a la vez! ... ignite the moment! … y recuerda que Dios te ama

y yo también.

Msgr. Juan Nicolau, Ph.D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Presidente del equipo de acción sobre inmigración de Valley Interfaith. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.