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Las cinco etapas de la sanación espiritual

La sanación espiritual consta de cinco etapas: despertar, purificación, iluminación, la oscuridad del alma y la unión mística. 

La etapa del Despertar ocurre durante una crisis o alguna experiencia traumática, se descubre que hay potencial y un poder dentro de nosotros que no hemos utilizado hasta entonces. Muchas veces necesitan estar frente a una tragedia para tratar algo nuevo, entendiendo que su vida en ese momento es una crucifixión, el despertar es simbólicamente una resurrección. Durante esta etapa se cae en la realidad de que tenemos elección, como si Dios nos hablara y dijera: “he puesto ante ti la vida y la muerte, bendiciones y maldiciones, pero la elección es tuya”. Muchos despiertan al hecho que debe haber más vida y se preguntan tres cosas: ¿quién soy yo? ¿a dónde voy? ¿hay algo más que esto? Esta última pregunta es lo que los motiva y explica la profundidad del gran interés espiritual. La oración en esta etapa es lo que yo llamo “dame” oraciones llenas de miedo, o “Dios, si me escuchas dame”.

Las cinco etapas de la sanación espiritual

La etapa de Purificación es una etapa maravillosa donde estamos trabajando en aquello que nos mantiene alejados de Dios, haciendo todo lo posible y hasta lo imposible para remover de nuestra vida aquello que nos impide sentirnos en la presencia de Dios. La lucha más grande en esta etapa será contra el EGO, esta parte de nosotros que no quiere que Dios nos domine. En esta etapa mucha gente descubre lo que se llama oraciones de afirmación, empiezan a experimentar cosas que ahora entiendan. 

La tercera etapa que llamamos de Iluminación puede ser una etapa peligrosa que puede ser destructiva, pues confrontamos nuestras creencias, ahora empezamos a conocer y a cuestionar nuestras creencias pero cuando se presenta la iluminación se empieza a dar gracias a Dios por lo vivido, y se experimenta el verdadero valor de vivir, pensando que la vida vale la pena vivirse. Este es un ejemplo de revelación: la religión es lo que yo hago, y espiritualidad es lo que yo soy. Sin embargo tiene que haber un balance. Nosotros no somos amantes de nosotros mismos. Estamos sedientos de paz, armonía y gentileza, no separación, soledad, alienación y competición. 

Durante la etapa Oscura del Alma se confronta la crucifixión, resurrección, ascensión, transformación y trascendencia. Puede ocurrir en cualquier momento de la vida. Dios quitara todo de tu vida, hasta lo bueno, para traer algo mejor, sin permitirnos vivir en la mediocridad, para traer la excelencia a nuestra vida. La noche Oscura del Alma es una de las etapas más poderosas de sanación que un individuo puede trabajar y superar.

En la etapa de Unión Mística, poco importa si se ha sanado físicamente o no, ahora nos hemos superado y estamos mas allá de lo físico, hemos trascendido porque sabemos que nada es imposible. En esta etapa dejamos de culpar a los demás por nuestra condición, hemos entendido cual es el propósito de nuestra vida, hemos ganado el estima y aprecio de las personas honestas y hemos padecido las traiciones de los falsos amigos, apreciamos la belleza y somos capaces de ver lo mejor en los demás. Cuando se llega a la realización que este mundo es mejor porque nosotros hemos vivido en el, recordando que la Gloria de Dios se encuentra en la persona que está realmente viva, resucitada, motivada, redimida, salvada, perdonada, y sanada.

…Y recuerda que Dios te ama y yo también.  

Msgr. Juan Nicolau, Ph.D.STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.