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El Matrimonio: Unión entre un hombre y una mujer

La homosexualidad, en términos de la psicología y la psiquiatría, la representa un defecto en el desarrollo psicosexual del individuo, pero no se le considera una enfermedad, sino una conducta humana que en la mayoría de los casos es aprendida. 

Mucho se ha escrito acerca de la homosexualidad, que es orgánica, genéticamente adquirida, o que si solo se trata de un comportamiento aprendido que tiene la posibilidad de un cambio hacia el orden natural o normal.  

El Matrimonio: Unión entre un hombre y una mujer

En términos de la psicología se considera que hay dos tipos de individuos homosexuales: los egodistónicos, son aquellos que se dan cuenta de las tendencias de su personalidad y quieren cambiarlas, y los egosintónicos, que están “contentos” o conformes con su condición. Son estos últimos los que ahora tratan de influenciar un cambio en las leyes para que las “uniones” entre ellos se equiparen a un matrimonio. 

En ciudades como Vermont, o San Francisco, las comunidades de homosexuales hacen gran promoción de los derechos o beneficios que se ganarían si se logran cambiar los parámetros legales de la definición de matrimonio. Sin embargo, hay que considerar que los conceptos tradicionales tratan de proteger no solo al matrimonio en si, sino a la familia, que nace naturalmente de la unión entre un hombre y una mujer.  “La estructura por naturaleza de un matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, según el designio impreso por el Creador de la naturaleza humana…por lo que sus derechos no deben ser usurpados por otras formas de unión” lo dijo Benedicto XVI con motivo del V Encuentro Mundial de la Familia, en España; donde por cierto, en los últimos dos años, los legisladores han suprimido el matrimonio como institución específica para la unión entre hombre y mujer, al equiparlo con las uniones homosexuales, el contrato matrimonial se ha banalizado y ahora el divorcio puede tramitarse unilateralmente a partir de tres meses de efectuado el matrimonio; Ahora la sociedad española vive la tensión entre hacer suyas las reformas legales o mantener un compromiso vital y cultural con el matrimonio tradicional.  

Existen teorías acerca de la formación de los hijos en los hogares conformados por dos padres, o dos madres, y para variar se contradicen, pues para algunos psicólogos la orientación sexual de los padres no tiene que ver con las inclinaciones sexuales que tengan los hijos cuando sean mayores, prueba de ello es que la mayoría de homosexuales provienen de hogares con una madre y un padre heterosexual, es más tienden a sugerir que los niños de hogares homosexuales tienden a tener una idea más clara de su propia sexualidad, pues los padres homosexuales tienden a compensar la falta de madre, o de padre, relacionando a sus hijos con figuras maternas o paternas, como pueden ser los tíos, tías, abuelos, abuelas, o sus padrinos, y tratan conscientemente de que sus hijos tengan una vida completa y feliz, lo que muchos padres heterosexuales dan por hecho y a veces no ponen la atención debida en el desarrollo psicosocial de sus hijos.  Una cosa es segura, la vida de hoy es cada día más complicada, porque entonces forzar a una criatura a vivir una situación polémica desde el inicio de su vida.  

La condición de ser homosexual no se escoge, pero el comportamiento que tenemos si podemos controlarlo y cada individuo debe decidir que hará con su vida, pero lo ideal sería no forzar a seres inocentes a enfrentar situaciones tan difíciles. La iglesia ha sido cuestionada, y ahora la doctrina de la iglesia católica acerca de la moralidad en la sexualidad cobra nueva importancia, como guía de comportamiento para quien desee seguirla, y como argumento para todos los que no quieren ceder ante las ideas permisivas y libertinas de la sociedad moderna.  

...Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Msgr. Juan Nicolau, Ph.D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Psicoterapeuta Familiar, Consejero Profesional con Licencias.