Las nuevas ADICCIONES

La vigorexia, adicción al espejo a la vanidad
Es impresionante el número de gimnasios que hay por todos lados, dato curioso, es que todos están llenos y esto obedece a esta nueva adicción en la sociedad que está ligada a la vanidad, al miedo por la apariencia física, a la búsqueda de aprobación de los demás, al vacío espiritual, hay adictos que son capaces de pasar ocho horas al día en el gimnasio frente al espejo. La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y se ven débiles y enclenques. Por este motivo, el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de vida, y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar. La adicción al ejercicio se acompaña de una ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos y el consumo abusivo de sustancias como esteroides anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir un cuerpo musculoso. Este trastorno también se conoce como complejo de Adonis o anorexia invertida, esta adicción genera depresión, frustración dolor, ira reprimida y se ligan a ella, los fármacos, el alcohol y otras sustancias toxicas, además de que estos cuerpazos, en muchos casos, son personas neuróticas, inestables emocionales. La vigorexia, que no está reconocida como enfermedad por la comunidad médica internacional, afecta mayoritariamente a hombres y mujeres jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años. Su incidencia es de cuatro de cada diez mil personas y lesiona severamente su cuerpo con deformaciones por el abuso de esteroides anabolizantes. Como sucede con deportistas de futbol americano, la lucha libre y el box entre otros.
Adictos a la violencia
Los niños que llegan a la escuela hostigando, intimidando, provocando a otros, es porque en sus casas, eso es lo que viven, la agresión de unos a otros, la violencia que vivimos, nace y se hace en casa, el río de sangre que corre por las calles, llanuras y selvas, tiene su origen en la escuela de padres violentos, alcohólicos, neuróticos y estos sicarios se hacen adictos a la adrenalina que provoca sacar un arma en contra de una o varias personas, la adrenalina que provoca cortar cabezas y extremidades del cuerpo, por supuesto, que estos niños se hicieron adictos a los video juegos, a los programas de televisión agresivos, se hicieron adictos a esa adrenalina que provoca violencia y más violencia, arraigada en los machos típicos que son autoritarios, mandones, tajantes, soberbios, pero también, al hembrismo, en esas mujeres que son igual o peor que el macho. Los índices de violencia en todas partes, de violencia doméstica, son muy altos y en cierta manera, estoy niños crecen con otra adicción, la adicción al sufrimiento, al miedo, de ahí, se hacen chiquitos, mediocres, enanos y cuando llega la sustancia tóxica, se sienten liberados, esa es una de las razones que las adiciones en los infantes tiene tanto éxito, porque llenan ese gran hueco espiritual que les ha sembrado y provocado su hogar disfuncional.
Adictos a la autodestrucción
Niñas, en la mayoría de los casos en edades de 12 a 15 años, tienden a hacerse daño a sí mismas, toman en algunos casos, la navaja del sacapuntas y se rallan la piel hasta sangrar, en sus piernas, brazos, manos y abdomen, a este trastorno se le conoce como cutting y atrapa a jovencitas de clase media y media baja, sucede que están en una etapa de depresión, de no aceptación, frustración, ira deprimida, y claro, es el reflejo del abandono, de esa huella profunda del alma de sentirse sola, incomprendida, con una pésima comunicación con sus seres cercanos, hombros caídos, espalda encorvada, cara triste, ese es el semblante de estas víctimas de los hogares disfuncionales, algunas se queman con la braza del cigarro, dejando una marca en su cuerpo de por vida, sin saber a ciencia cierta el por qué lo hacen, esta auto destrucción obedece a su alto nivel de ansiedad, como el comerse las uñas, quitarse mechones de cabello, arrancárselos y quedarse casi calvas, no hay orientación escolar, mucho menos emocional, éstas niñas no encuentran la puerta en ese laberinto profundo y negro, son candidatas al suicidio.
Celularmanía y adicción a los aparatos electrónicos
Cuando voy a las escuelas, algunas maestras están prendidas del celular mientras doy mi plática de prevención a los niños, y les tiro el trancazo.- A ver niños, levante la mano con toda honestidad, el que pase un promedio de cuatro horas prendido de su celular, son pocas las manos que no se levantan, luego, los que están pegados a los video juegos y son muchas las manos que se levantan, después hago mi reflexión sobre esta adicción a los aparatos electrónicos.- El resultado de una adicción, cualquiera que esta sea, tiene que ver con tu autoestima, con tus heridas profundas del alma y por supuesto, con tu ansiedad, debes estar muy alerta para que no caigas en las garras de las adiciones donde los daños son irreversibles tanto para el adicto como para la familia entera, buzos caperuzos. Una sonrisa por dentro y otra por fuera. Muchas gracias por leerme y más por escribirme.- ernestosalayandia@gmail.com, búscame en Facebook, Sigue la huella en Twitter, @teo_luna A tus órdenes 614-256-8520.
Te recomiendo la siguiente Liga:
https://www.youtube.com/watch?v=Asoy-5qz_zM




DEJA TU COMENTARIO