Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

La vida del nacido para perder

No existe voluntad política, ni visión, ni análisis de esta cruda realidad, no vemos a ninguna dependencia federal, estatal o municipal que se aboque a la prevención del alcoholismo, drogadicción, prostitución infantil, trastornos alimenticios y otros daños de los niños.

No existe voluntad política, ni visión, ni análisis de esta cruda realidad, no vemos a ninguna dependencia federal, estatal o municipal que se aboque a la prevención del alcoholismo, drogadicción, prostitución infantil, trastornos alimenticios y otros daños de los niños.Las mujercitas están desbordadas en la pasión del libertinaje, en alcoholizarse y drogarse, a todos los niveles; claro que hay alcohólicas, drogadictas, sexo activas, funcionales, que trabajan, que estudian y en apariencia llevan una vida social, sin problemas, pero los fines de semana, que muchas veces comienzan desde jueves, las orilla a comprar cantidades industriales de cerveza y licor, a tomar marihuana hasta el cansancio y usar el cristal, los inhalantes, las tachas e infinidad de drogas que se ligan perfectamente con el sexo y estas niñas. De la noche a la mañana, menores de 17 años salen con su domingo 7, se hacen adictas y no pueden dejar de consumir; sus padres las internan en un centro de rehabilitación. Cuando salen, el mismo día se revientan y vuelven a las andanzas del alto consumo de drogas.La mujer de ahora es un consumidor en potencia de sustancias y ha superado al hombre en muchos sentidos; por ejemplo, de cada diez infractores en estado de ebriedad, 7 son mujeres, y el heroísmo, síntoma contrario al machismo, también ha crecido enormemente, acreditando a la mujer violenta. Hoy en día, la mujer es más frágil que el hombre, fuma más, se droga más y se alcoholiza más que el hombre y es adicta al sexo y a las relaciones destructivas, por damas enfermizas.-

Simplemente por mediocre, por autoestima baja, porque tiene la enfermedad del alcoholismo en sus genes, igual, por contaminación o por imita changos, la borracha, la drogadicta, está llena de pretextos, pretextos porque el novio le puso el cuerno o la mando a freír espárragos, porque esta flaca, gorda, desnalgada o nalgona, porque nadie la quiere, porque no encuentra trabajo o fracaso en negocio y tantas pretextos estériles, cuando la verdad de las cosas, se droga y se emborracha por su vacío espiritual, por las heridas del alma que no ha sanado ni trascendido, pierde la dignidad, porque es libertina, irresponsable y está enferma de sus emociones, llena de soberbia, de defectos de carácter y patrones de conducta, que en suma, muchas veces, la convierte en mujer fácil, acostándose con uno y con otro, revolcándose como cualquier prostituta, perdiendo figura, dignidad y lo más sagrado de la esencia de una mujer, su autoestima, problemas los tenemos todos y cuando surgen consecuencias, difícilmente puedes controlar, no hay quien pueda manejar la cordura, cuando ya el alcohol y las drogas, gobiernan tu vida, lo mejor es no beber, lo mejor es hacer a un lado la droga y cuidar las formas, hay mujeres, como yo, que no pueden beber ni una gota de alcohol, ni una pizcachita de cocaína o cualquier otra droga, debido a que no voy a poder detenerme. gracias por leerme y más por escribirme.- 614 256 85 20

La vida del  nacido para perder