El Walhalla puede esperar

Estimado lector siempre es un gusto volver a conectar contigo en este tu espacio de literatura. Como ya hemos visto en artículos anteriores la aparición de los cantares de gesta dentro de la literatura mundial fue inevitable. 

Para nuestra literatura en lengua castellana apareció el Cantar de Mío Cid, pero para las culturas sajonas aparece una saga escandinava de la cual hablaremos esta vez. 

El Walhalla puede esperar

Dentro de un espacio de tiempo situado entre el siglo VIII y el XI aparecen las historias de un guerrero épico. 

La saga de Beowulf junto con El Cantar de los nibelungos y el Anillo de los nibelungos sale a la luz primero como ya es sabido por tradición oral, una vez que se plasmó en papel la Carman gloria o historia de gloria del rey gauta se conservó en la manera en la que originalmente fue concebida, es decir en Códice Nowell que para la literatura anglosajona es como lo que para la literatura en castellano seria la cuaderna vía.

Beowulf representa la forma clásica de un poema épico de 3182 versos, los cuales cuentan con un estilo declamatorio así como también con los recursos poéticos anglosajones típicos. Es decir, que a diferencia de los esquemas de la poesía moderna, lo más notable de Beowulf es que esta hecho mediante el uso de versos alternativos en su rima, y cada uno de sus versos no se encuentran ligados por la rima consonante de las últimas palabras de estos, sino por el sonido similar de las  primeras sílabas, y esto provocando una separación que hará un pareado aliterativo dentro del poema.

Otra característica de la poesía en ingles antiguo es el uso de los “Kennings”, que eran palabras compuestas para sustituir a una palabra con un significado menos poético.  Como por ejemplo llamar al cielo como “Solarboard” o “tabla del sol” o llamar al mar “Hronrad” que en términos modernos se traduce como “el camino de la ballena”, o el mismo nombre de nuestro héroe en turno “Beowulf” que significa “abeja-lobo”.

Para poder definir la estructura del poema de una forma más sencilla es precisar que puede ser dividida en cuatro cantos tal y como lo vimos en el cantar de Mío Cid.

En si la obra relata como el rey Rodgard en un apuro manda traer a un guerrero a sus tierras ya que su reino está siendo atacado por un mal “que no puede ser mencionado”. Este mal es un troll llamado Grendell en cual está acabando con la aldea de Rodgard en venganza por la muerte de su padre a manos de Rodgard en su juventud. Beowulf acude al llamado y en una épica confrontación mata al monstruo cortándole un brazo. Este hecho desata la furia de otro monstruo que moraba en la ciénaga. 

La madre de Grendell empieza a merodear la aldea así que para que esta maldición termine también tienen que terminar con la madre de Grendell, así que Beowulf y sus hombres se enfrascan en una vehemente búsqueda hasta dar con la guarida del monstruo para acabar con ella.   

En realidad el leer textos antiguos resulta un poco difícil de comprender y a la vez aburrido. 

La mejor versión de Beowulf que he visto es la que creó Michael Crichton en “Los devoradores de cadáveres”. Esta historia de los textos de Ibn Fahadlan y de la novela de Crichton se llevó al cine en 1999 en la cinta 13 Guerreros protagonizada por Antonio Banderas y donde el malagueño interpreta al propio Ibn Fahadlan. 

La versión de Crichton a diferencia del cantar, varía desde el punto en que en lugar de enfrentarse a los diferentes  monstruos a los que se enfrenta Beowulf.

Espero disfruten de esta saga épica. 

Podrán encontrar recursos en internet ya sea como el audio libro de Crichton en YouTube o la misma película de Beowulf en dibujos animados digitalmente con Angelina Jolie como la madre de Grendell y Anthony Hopkins como el rey Rodgard o también tiene la opción de ver la película con Banderas que a título personal es una de mis favoritas de todos los tiempos.

En este tiempo de crisis pónganse en el traje y la piel de todos los hombres e historias que 

Para concluir con el artículo me despido esperando que tengas una semana muy aprovechada y llena de mucha lectura y descubrimiento. 

Aprovecha cada día al máximo, “Carpe Diem”.

¡Hasta la lectura siempre!