El rostro de la derrota

Recién terminado el encuentro entre los Delfines de Miami y los Potros de Indianápolis, un Adam Gase, entrenador de los primeros, caminaba hacia las laterales contrarias para saludar a su homólogo, Frank Reich, desplegando un rostro descompuesto…desencajado, el cual reflejaba el sentir de una dolorosa derrota que sin duda en gran medida fue su responsabilidad (su estrategia fue demasiada conservadora en los últimos minutos del juego). Y me parece que, en gran medida, Gase empieza a sentir que, su puesto está en peligro y su proyecto con el equipo de la Florida, en general ha sido fallido. Miami, con marca de 5-6, no se vislumbra candidato ni siquiera al comodín débil. Todo lo contrario es el caso de Frank Reich, quien, si logra ingresar a los Colts a Postemporada, bajo mi apreciación merece ser nombrado el entrenador del año. El que fuera coordinador ofensivo de las Águilas de Filadelfia, ni siquiera era considerado como la primera opción para dirigir a esta escuadra (recordemos el fiasco de Josh McDaniels), y además llegó tarde a los preparativos de temporada. En este momento, Indianápolis detenta un récord de 6-5 a pesar de un inicio accidentado, Andrew Luck ha regresado al estatus de mariscal de campo elite, la línea ofensiva es una de las más competitivas de la liga, sus novatos han brillado y en general su defensiva y su ataque tienen una excelente combinación de juventud y trabajo de conjunto. Sin duda, la gran revelación del año. Su siguiente compromiso es contra los Jaguares de Jacksonville, un equipo descorazonado, que ya no contará con su coordinador ofensivo ni con su pasador “estelar”, Blake Bortles. La lógica marca que los Colts pueden continuar por la senda del triunfo.

En la Conferencia Nacional, la pelea por un espacio en los “play-offs” es más clara que en la respectiva Americana. Pienso que los Carneros de L.A. (Oeste), Osos de Chicago (Norte) y por supuesto los Santos de Nueva Orleáns (Sur), tienen un camino llano para lograr sus respectivos campeonatos de división. Sólo en el mediocre Este existe un panorama un tanto impredecible. Me parece que los Vaqueros de Dallas y las Águilas de Filadelfia definirán el cetro hasta en la última jornada de la campaña.  Sin duda, los Vikingos de Minnesota apuntan para acreditar el comodín fuerte, y para ello es imperativo que Kirk Cousins logre sacar la casta de líder ganador contra equipos competitivos. Este Domingo tendrá su prueba de fuego cuando visiten a Tom Brady y compañía. Independiente del resultado, considero a los Vikingos como la plantilla más talentosa de los posibles comodines. Dalvin Cook, Stefon Diggs, Adam Thielen y Kyle Rudolph conforman un tándem de primer nivel al ataque y su defensiva es de alto calibre y ha mejorado paulatinamente. Respecto al comodín débil, me inclino por los sorprendentes Halcones Marinos de Seattle (6-5), quienes, con un poco de mejor suerte, sin duda tendrían otras dos victorias en su récord. Russell Wilson es un pasador excepcional y uno de los más efectivos para definir en los cierres de cotejos apretados. Su defensa ha sido cumplidora y han logrado establecer el ataque terrestre, pero sobre todas las cosas, la mano de Pete Carroll ha sido determinante en las filas de un conjunto con oficio y experiencia en eliminatorias. Así mismo, lograron una importantísima victoria sobre las Panteras de Carolina, un equipo con muchas similitudes y con cartones idénticos, con la diferencia que, en criterios de desempate, están en desventaja. Por ello, mi “power ranking” de la Conferencia Nacional y pronóstico de postemporada sería así: 1) Santos de Nueva Orleans. 2) Carneros de los Ángeles. 3) Osos de Chicago. 4) Vaqueros de Dallas 5) Vikingos de Minnesota. 6) H.M. de Seattle. Abundaremos.

El rostro de la derrota