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El gran embudo, la ludopatía

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 28 JULIO 2016
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El gran embudo, la ludopatía

Yo soy ludópata

Perdí en las apuestas de gallos una verdadera fortuna, borracho apostaba hasta lo que no tenía. Cometí muchos errores en mi vida, errores garrafales, como juntarme con gente  enferma, como sentirme el Juan Camaney, igual, como el vivir para los demás, el tratar de caerle bien a la gente buscando su aprobación, ahí puedes verme sentado en el anillo del palenque, con mi texana, botas vaqueras y traje ranchero, cinto piteado y toda la cosa, a un lado, la botella de coñac y rodeado de corredores, toda una tranza bien orquestada, me drogaban para que perdiera el sano juicio, algo le ponían al coñac y mi comportamiento era propiamente de un idiota, me tenían que sacar, sin dinero, quebrado y de aguilita, con esa euforia falsa; me fui a Monterrey, a Aguascalientes, Texcoco, Ciudad Juárez  y a otros lados, a perder y a perderme en el alcohol y las apuestas. Tenía esa ansiedad, me dominaba la compulsión por apostar, a pares y nones, al póker, a los gallos, hasta a los volados; las noches tenían un encanto falso, dormía todo el santo día y me despertaba con la ilusión de recuperarme, pasan las ferias y me quedaba ensartado, lleno de letras por pagar y por meses adelantados, mi casa era un desfile de personas que iban a cobrarme, ahora, gracias a Dios, puedo estar en un palenque y no apuesto, puedo entrar a un casino, puedo jugar algo de dinero y logro detenerme, mi ludopatía, al menos solo por hoy, está controlada, me encantan las carreras de caballos, las peleas de gallos, la ruleta y el Black Jack, pero como los buenos aficionados, de lejos se ven los toros.

Una adicción, altamente compulsiva

El ludópata, adicto al juego, al despertar la adrenalina, la sensación que provoca el riesgo de apostar, el cúmulo de pensamientos obsesivos, lo convierte en un enfermo gastrointestinal, son tantas las emociones que mueve, que con frecuencia anda mal del estómago, vive el día con la incertidumbre de donde va a conseguir dinero, como le va a hacer para pagar lo que debe, se enfrenta a su pareja, a sus hijos, llenándose de mentiras y justificaciones, hasta que las consecuencias de su adicción comienzan a aflorar, ligado a esta compulsión incontrolable, existe la negación, no acepta que tiene un verdadero problema por su manera de apostar, no reconoce los daños que ésta adicción le está causando, y así es su diario vivir, hundiéndose cada día mas, sin pedir, ni aceptar ayuda. En una ciudad con 20 casinos en promedio, el número de ludópatas es superior a las mil personas, son pocas las entidades que cuentan con uno o dos grupos de Jugadores Compulsivos, son muy escasas las clínicas especializadas en ludopatía que ayuden a la persona a controlar su compulsión al juego, en Chihuahua existe una, se llama Samadhi, hay ludópatas prendidos de las apuestas en internet y niños a los video juegos, póker doméstico y desde la existencia de los casinos, he conocido infinidad de personas que lo han perdido todo, terrenos, autos, casas, joyas, herencias, incluso han perdido hasta a la misma familia, a donde quiera que van se les cierran las puertas, les ponen cruz y les dan la media vuelta, la gente se protege y se les retira lo que obliga al ludópata a refugiarse en su soledad, acompañado de pastillas antidepresivas, alcohol y otras sustancias, entra a un verdadero laberinto infernal, un callejón sin salida; estimo que esta adicción crece muy rápidamente y arrebata la calidad de vida, la libertad y la dignidad a infinidad de personas. Estás preparado para la ola de casinos en México?.

¿Qué es el Juego Patológico o Ludopatía?

Es importante tener un concepto claro y sencillo para poder describir lo que es este trastorno y no solo verlo como un comportamiento problemático. La ludopatía No es un vicio, No es un pecado, No es propio de personas débiles, negativas, “sin personalidad” ni tampoco de personas con mucho tiempo libre. La ludopatía o juego patológico es considerado un problema psicológico que afecta diversos aspectos de la vida (personal, familiar, laboral, social y económica). La persona afecta su capacidad para poder auto controlarse y le es difícil decir “No” al impulso o deseo por jugar. Con frecuencia un familiar o las personas más cercanas van detectando los cambios en su estado de ánimo (irritabilidad, mal humor, poca tolerancia, preocupación intensa, ansiedad, insomnio, etc.) No necesariamente aquella persona con un diagnóstico de ludopatía acude diariamente y a toda sala de juego que encuentra a su paso, sino más bien por lo general fija su atención en una o dos. El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la euforia, sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión. Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de ‘cazar’ las propias pérdidas). Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego. Se cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar el juego. Se han arriesgado o perdido relaciones personales significativas, trabajo, pareja y oportunidades profesionales debido al juego. El ludópata es un fino manipulador.

De donde viene el Ludópata

Hijo de padres divorciados, víctima de un hogar disfuncional, herencia alcohólica y neurótica, es un ser endeble, inseguro, con una estructura emocional en quiebra, por lo general, es un niño maltratado, con profundas heridas del alma, y el juego, la adicción a las apuestas, es tan solo una fuga a sus verdaderos problemas existenciales. Estos niños, son el claro reflejo de sus padres. Soy espejo y me reflejo. Muchas gracias por leerme y más por escribirme. ernestosalayandia@gmail.com Como siempre a tus órdenes 614-256-8520, sigue la huella en Twitter @teo_luna, búscame en Facebook, mis libros están a tus órdenes en crisiscreces.com 

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