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El Editor, el Tesorero y las ‘empresarias’

Dice que “vive el momento”/

Tesorero así responde,/

El Editor, el Tesorero y las ‘empresarias’

ya ni siquiera se esconde/

y no teme al escarmiento…

Se cree un conquistador

pero “le ayuda” el dinero;

ahora es un “prisionero”,

¿es víctima de falso amor…?

Viene a mi memoria una historia que tuvo su origen en el siglo pasado. Allá en las décadas de los noventa y de los dos mil. Los nombres de los personajes los reservo para no herir a inocentes.

Él era un conocido luchador social que entró a la política, donde supo cultivar infinidad de amistades. Su lucha social lo llevó a desarrollar el oficio de periodismo, convirtiéndose en un connotado Editor.

Como dueño de un medio impreso semanal, facturaba mensualmente más de medio millón de pesos en una época en donde el dinero valía mucho más que hoy; incluidos los consabidos favores.

Sabía “pegar” muy bien con la izquierda pero cobrar mejor por la derecha y gozaba de un “sex appeal” comprado con su chequera, que lo hizo “famoso” por sus dotes de “don Juan”.

Su sello de “mujeriego” lo disfrutaba y lo presumía entre sus amistades íntimas que, al igual que él, rebasaban por mucho los 65 años de edad.

De figura redonda, de corta estatura, carente de pelo y afecto a la bebida; sabía bien que su chequera era la que abría la puerta del placer carnal entre damas de corta edad pero de gran ambición.

Nunca se quiso enterar que sus “conquistas”, sus amores, reconocían a su espalda que su interés por él era por lo obesa de su cartera y por la cuenta bancaria que lo acompañaba.

El Editor “vivía su momento y lo disfrutaba a manos llenas”; era feliz de comprar placer y de presumir como chaval las conquistas con jóvenes de 23 años o menos.

Le gustaba contratar fara-fara, invitar a los cercanos de su novia en turno y a darle rienda suelta a los excesos, en una época donde no había redes sociales y los “secretos” eran más fáciles de ocultar.

Las damas que se le acercaban eran “empresarias”; sabían del poderoso negocio que tenían entre sus piernas y que daba jugosa rentabilidad ante los deseos de “quinceañero desbocado” del Editor.

Todas le exprimieron “hasta el tuétano”, incluyendo la cartera y la cuenta bancaria, haciéndolo creer un Adonis, un modelo de pasarela. Le vendían al Editor la ilusión que él podía comprar.

Mientras “gozaba su momento”, en su entorno y a su espalda era blanco de burlas entre sus cercanas y no tan cercanas amistades. A pesar de los consejos que se le daban, nunca quiso hacer caso.

La facturación crecía, pero de forma paralela también las fugas para mantener su estatus de “don Juan”. Llegó el momento en que todo se esfumó una vez que se acabó el último centavo en su chequera.

Aquel Editor quedó moral y económicamente en la quiebra, cuando descubrió que las damas, sus amores, le sacaban la vuelta ahora que no tenía con qué “conqui$tarla$”.

Regresó a su hogar “derrotado”, con una fuerte proclividad a la bebida. Murió olvidado por sus amores y con la mala fama que día a día forjó en el yunque de los excesos.

Esta historia vino a mi memoria tras ese video que circuló en redes sociales, donde aparece el tesorero del Ayuntamiento de Victoria, JOSÉ ALFREDO PEÑA RODRÍGUEZ.

Aquel Editor, al igual que el hoy Tesorero, también gustaba presumir sus conquistas, otorgar caros obsequios y tratarlas como reinas; pero el Editor no tenía en su tiempo redes sociales.

Ojalá que el Tesorero no sea blanco de burlas a su espalda y tampoco sea víctima de “empresarias” ocasionales que le hagan sentir el Adonis que no es, igual que el Editor de esta historia.

La diferencia entre el Editor y el Tesorero, podría ser sólo el origen del dinero con que se compra el placer para disfrutar “el momento y a manos llenas” sin hacer caso a las “envidias”.

El tesorero PEÑA RODRÍGUEZ debe pensar bien que el cargo no es eterno y que las cosas no están muy bien en el Ayuntamiento para considerarse inmune a un llamado a cuentas… Pendientes…

~~ EN OTROS TEMAS.- Me comentan que el presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, se reunirá mañana martes (si otra cosa no sucede) con quienes integran la Conferencia Nacional de Gobernadores… Parece que los temas torales serán la inseguridad y la operación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar… Al parecer AMLO podría no ser tan amable como en otras ocasiones con los gobernadores y por ello se huele que su reunión sea un “ajuste de cuentas” y aquellos que no se sometan podrían sufrir un “deficiente servicio” en las participaciones federales… Pero también se advierte que los gobernadores tampoco irían a la reunión muy mansitos… ¡Ay nanita!