Columnas > ÓSCAR RIVERA SALDAÑA

Don Eliseo Paredes Manzano rescató la memoria histórica de Matamoros

Como me gusta la historia de Matamoros, particularmente la de sus hombres distinguidos, debo especial agradecimiento en este empeño a don Eliseo Paredes Manzano (diciembre 8 de 1899 - julio 1 de 1988), el primer cronista de Matamoros, que escribió libros de gran importancia, por estar en ellos los datos fundamentales de este pueblo. Descendiente de las familias fundadoras de Matamoros, tuvo en la suya una excelente formación cívica; su padre, don Justo Paredes, participó en el movimiento armado encabezado por Catarino Erasmo Garza en 1891, donde estuvieron otros matamorenses, como Victoria Treviño Cisneros y Daniel Iturria. Su madre, doña Cleotilde Manzano Vidal, era nieta de José María Vidal, alcalde de Bagdad (creo que el único que tuvo ese puerto marítimo, ubicado en la desembocadura del río Bravo y desaparecido por el ciclón de 1867, tanto como pueblo como municipio libre). Además, don Eliseo  no fue garbanzo de a libra, lo que confirma su estirpe, pues tuvo un hermano, también muy distinguido, llamado Américo Paredes Manzano (1915-1999). Américo, músico y escritor, se distinguió especialmente en Texas, donde radicó, fue profesor y tiene gran reconocimiento. Es decir, don Eliseo perteneció a una distinguida familia de Matamoros, conscientes del devenir histórico de este pueblo.

Don Eliseo recibió su instrucción primaria en Matamoros y Brownsville y la educación media en el Instituto Juan José de la Garza de esta ciudad. Trabajó de mandadero, secretario y socio industrial en el negocio  La Campana; fue comerciante, agricultor, ganadero y socio fundador de la UCA, Productora de Semillas, además de haber desempeñado importantes cargos públicos; casó con María Guadalupe Rangel (de familias provenientes de Guanajuato), procreando a Sergio, Eliseo, Josefina (esposa de Arnoldo Gutiérrez, Graciela Irma (esposa de Francisco Salinas), Isaura (esposa de Juvenal Ariel Boone), María Guadalupe (esposa de Carmelo García Sáenz) y Sara Alicia Paredes Rangel (esposa de Jorge Luis Garduño).

Don Eliseo Paredes Manzano rescató la memoria histórica de Matamoros

Ahora bien, don Eliseo perteneció a una distinguida generación de matamorenses, liberales y amantes y promotores de la historia de Matamoros. A ese grupo le debemos el museo Casamata,  inaugurado el 30 de diciembre de 1970, un departamento de historia en la presidencia municipal, la fundación de la Sociedad tamaulipeca de historiadores de Matamoros, el monumento a Mariano Matamoros, donde hoy están los restos de algunos personajes históricos. Dicho grupo estuvo integrado por Eliseo Paredes Manzano, Florentino Cuéllar, Miguel Rubiano Castro,  Lizandro Martínez Espinosa, Óscar Guerra Elizondo, Emiliano Sáenz de los Reyes, Roberto Guerra Cárdenas, Alfonso Zolezzi Argüelles y algunos otros, que de momento no recuerdo. Eso sí, el más distinguido de todos ellos fue don Eliseo Paredes; quien, consciente de la oportunidad que se le estaba presentando y que él encabezaba, de que su querido pueblo recuperara y se difundiera su hermosa historia, le dedicó todo su empeño a esta obra; por ello fue designado el primer cronista de la ciudad y primer director del museo histórico de la ciudad, el Museo Casamata. A partir de entonces este pueblo tuvo un recinto que cuenta su historia, gracias al esfuerzo de esa generación de matamorenses; de la que debemos decir que se trataba de empresarios y funcionarios públicos importantes de Matamoros.

Con todo y que don Eliseo no escribió una historia general de Matamoros su obra es amplia, no sólo por lo que sacó del Archivo Municipal de Matamoros, sino porque también imprimió la historia oral, la que se viene contando de generación en generación, y que es valiosísima por su veracidad; como la descripción que nos hace de los fundadores de este pueblo  en su libro  Homenaje a los fundadores de la heroica, leal e invicta Matamoros en el sesquicentenario de su nuevo nombre, donde dice de ellos: caminaban largas distancias a lomo de su fuerte caballo de origen andaluz, amansado y arrendado por él mismo, sin más bastimento en sus cantinas -bolsas de cuero adheridas a la montura- que algún tasajo de carne seca y unos puñados de pinole, bizcocho preparado por sus mujeres y sin más abrigo contra el frío que su cuera, chaparreras y zalea que usaba de asiento en la montura, abrigo contra los elementos y cama para dormir a campo raso cuando llegaba la noche. Los mejores equipados llevaban atada a la montura con los tientos de la teja, su frazada o jorongo bien enrollado. Este rasgo de don Eliseo, el de conocer a la gente de aquí no por lo que han escrito de ellas, sino por conocerlos y saber tanto de su ascendencia como la de su propia familia, me asombró cuando lo conocí; me hablaba con soltura y propiedad de los personajes históricos de Matamoros, contando vivencias y anécdotas de ellos, que muchas de ellas no estaban, ni están escritas todavía. En una ocasión que lo visité, ya muy anciano y enfermo, me platicó que Lucio Blanco, cuando tomó Matamoros en 1913 por lo de la Revolución Mexicana, gustaba de celebrar festivamente cuando importaba armas a México de los Estados Unidos por el puente viejo, viniendo él al frente del convoy, de carretas de parque y armas, en una carcacha acompañado de algunos músicos, que festinaban el acontecimiento. Esta anécdota, que yo sepa, no está escrita, con todo y que es importante, no sólo por lo pintoresco del suceso.

En fin, mucho podemos contar de este distinguido matamorense, que fue el primero que se ocupó del rescate de la memoria histórica de este pueblo y que constituye una fuente importante de información histórica por su autenticidad. Por último, citamos su bibliografía:

“Breve Reseña Histórica de la logia Aurora Boreal No. 14”, edición de aniversario, 1973; “La Casa Mata y fortificaciones de la heroica Matamoros”, H. Matamoros, Tamaulipas, 1974; “Homenaje a los fundadores de la heroica, leal e invicta Matamoros en el sesquicentenario de su nuevo nombre”, Presidencia municipal, 1976. “Conmemoración del 125 aniversario del otorgamiento de los títulos de heroica, leal e invicta”, Presidencia Municipal, 1976; “Relación de esteros, lagunas, zonas verdes, casas, edificios, monumentos de valor histórico, playas y lugares de belleza natural en la H. Matamoros y su jurisdicción”, edición de autor, agosto de 1977; “Breve reseña histórica de la heroica Matamoros, Tamaulipas”, 1978;  “Profesionales de la medicina y la enfermería de H. Matamoros, Tamaulipas”, Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Autónoma de Tamaulipas, Cd. Victoria, Tamaulipas, 1981. Obra inédita: “Camilo Manso”, “El retorno a Matamoros del Excmo. General D. Manuel Mier y Terán” y algunas biografías de alcaldes de Matamoros y de viejas familias matamorenses.