Columnas

Después de un buen taco, un buen tabaco.- ¿Será?

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 03 ENERO 2017
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Después de un buen taco, un buen tabaco.- ¿Será?

El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe

Fume por más de tres décadas, he narrado una y otra vez mi historial como fumador compulsivo y cada vez que vuelvo a escribir sobre el tema, encuentro cosas nuevas.- Un ocasión, en el aeropuerto internacional de Chihuahua, el licenciado Jorge De la Vega Domínguez.-  quien fue un distinguido político, gobernador de Chiapas y con una amplia carrera política.- Me observaba detalladamente y me preguntó.- No te tiene miedo al cigarro?- Me reí y le dije, no, soberbiamente le respondí.- Si de algo me voy a morir, tengo que saber de qué?.- Esto sucedió, allá por 1985.- Yo definitivamente no tenía idea de lo que decía, mi ignorancia respecto al asesino silencioso, era nula y mi compulsión al cigarro era muy grande, por supuesto que en ese entonces nos estaba tan reglamentada la prohibición de fumar en lugares encerrados o públicos, muchas personas fumábamos dentro de las oficinas, en lo personal, cada diez o quince minutos me chutaba un cigarro en la cabina durante mis transmisiones de mi programa de radio, La Voz de Chihuahua, cabina súper reducida y que todo el tiempo estaba invadida por la nueve de humo  que yo echaba, ahora que no soporto el olor al tabaco, me imagino lo que han de haber sentido mis invitados, colaboradores y personal de la emisora que me acompañaba en cada emisión.- Hoy los que fuman a mi lado, me dicen que soy un chocante de primera porque me asfixio, no puedo respirar y me pongo muy neurótico, más de la cuenta, no lo soporto.

Por qué fume, como fume, cerca de tres cajetillas al día?

En  16 años de mantenerme limpio, libre de sustancias toxicas, limpio de esa carga emocional que me atormento de por vida, recupere mi vida, disfruto de mis primeros 23 años de relación con mi mujer y gozo a mi familia, he podido trabajar intensamente en mi recuperación, deje mi adicción a la botella de vodka que me empinaba diariamente, como esos  10 o 15 pases de cocaína, los jeringazos de morfina sintética, el cumulo de pastillas anti depresivas, erradique muchos patrones de conductas y defectos de carácter, características propias de mi enfermedad física, mental, emocional y espiritual, pero la adicción al cigarro me costó muchísimo trabajo, yo militaba en un grupo de Alcohólicos Anónimos San Agustín, en Polanco de la ciudad de México, fui el cafetero de todos los grupos por un buen tiempo y en ese entonces, se permitía que fumaras durante las juntas, yo me echaba  un cigarro cada diez minutos, iba a calentar la banca, seguía igual de neurótico, celoso, inseguro, andaba en borrachera seca, aparentando ser lo que no era, propiamente, farol de la calle y obscuridad de la casa, me daba el lujo de andar cargando a medio mundo, no tenía crecimiento, ni fortaleza espiritual, solo iba al grupo, como jugando al vote pateado…. Una dos tres por mí…. Y ahí te vez, mis tribunas eran como el viejo roble, huecas, sin sentido, ni esencia, mi padrino andaba en otra frecuencia, en la de los engañifas, aunque en su momento me ayudo y me fue útil, después comprendí la magnitud de su enfermedad, me enferme de codependencia y el controlaba en cierta forma mi vida, no obstante me pico la crezca, me decía.- Quiérete tantito.- Si Rene pudo dejar de fumar, porque tú no puedes? .- A poco tu no vas a poder y Rene si pudo ?   Me decía mañana a mañana mi padrino.- Tengo 14 años, libré de humo.- Rene, fue mi padrino de tolerancia,  diariamente yo permitía que me pusiera mal, después superé la etapa de la novatos en doble A.- crisis creses.- Le di vuelta a la hoja y deje de abrir esa puerta de la hipersensibilidad.- En AA, todos dan, todos regalan, los buenos, los malos, los regulares, los que te dirigen la tribuna, los que te apadrinan sin que lo pidas  y los hijos  de la borrachera seca.- Mi nivel  de ansiedad era muy alto y mi adicción al cigarro tenía una fuete compulsión.

Los severos daños e irreversibles del ASESINO SILENCIOSO

Precisamente, el lunes 27 de abril del 2015 terminaba mis tres cuartillas y media de mi artículo De adicto a ADICTO, titulado,  Perdidas de un drogadicto, narre y describe mis propias consecuencias, entre ellas el fuerte dolor de piernas debido al cigarro y en la mañana, salí a un evento público, como siempre, camino menos de cien metros y tengo que detenerme si hay un lugar donde sentarme, lo hago, sino, basta con que deje de caminar para que mis músculos se recuperen, y después de soportar el dolor, regresé a mi estudio y segui con la tecla al ritmo de Juan Gabriel.- Siempre en mi mente.- Con Espinoza, después de mi jornada, ya en la noche, quede dormido profundamente, al filo de las 4 de la mañana, me desperté para ir al baño a hacer mis necesidades, cuando puse en pie en el suelo, me doble  de dolor, no pude caminar  ni mantenerme de pie, el dolor era sumamente fuerte, aun así, me levante temprano y cómo pude fui a dar un servicio a una escuela primaria, llegue en muletas, por fortuna, el evento se canceló y me fui a Pensiones del Municipio de Chihuahua en busca de ayuda, desde el lunes a hoy sábado 2 de mayo en que escribo este artículo, el dolor ha disminuido, pero su intensidad ha sido muy lenta, estuve en el hospital y me hicieron un estudio,  AngioTAC, únicamente, el resultado confirmo lo que yo ya sabía tres años antes, mis venas están taponeadas desde el abdomen y en las dos piernas, más en la derecha que la izquierda y al no circular la sangre los músculos se resienten  y generan un permanente dolor, a ciencia cierta, no sé cuándo me operan, ahora estoy en casa, con dolor y malestares, sufriendo  las pérdidas de salud y los daños tan agresivos que dejo el cigarro en mi cuerpo, que afloran fulminantemente a pesar de que deje de fumar, hace 14 años, no es nada grato estar en cama y con el dolor vivo, como si fuera un dolor de muelas.

Si no tienes salud, no eres libre

Dice el dicho y dice bien.- Nadie escarmienta en cabeza ajena.- En  la vida tienes que vivir tu propia experiencia y asumir tus consecuencias. El cigarro es una droga, escalonaría, es decir, de ahí, como fumador, pasas a otras sustancias, llámese mariguana, alcohol, cocaína } morfina u otras, muchas más de alto impacto, el cigarro es un detonador muy efectivo de la ansiedad y detrás de una adicción, sea cual sea, hay ansiedad, las drogas, como el cigarro son estimulantes momentáneos, placenteros pero que te abren la puerta del infierno, el fumador pierde el esmalte de sus dientes y sus dientes en sí, se le pudren, daña su lengua y pierde en el sentido del olfato y del apetito, la lengua se intoxica de una capa a base de nicotina que llega a los pulmones y a la sangre, el cigarro, lesiona los huesos y mata neuronas, baja la capacitad de almacén amiento de los pulmones, arruina la tez de la piel, se torna amarillenta, seca, sin vida, el aliento de un fumador, apesta y ahora, destila ese olor a cocaína, debido a que dentro de los más de 4 mil químicos que usan para procesar el tabaco  y hacerlo más placentero, ahora usan 9 químicos que aplican para procesar la nicotina, otro de los daños, se registra en los dedos que se manchan y la ausencia de cigarro, genera ira, el fumador ante la  falta de tabaco se torna insoportable, neurótico empedernido debido a que su cerebro está acostumbrado a las sustancias tocias que le suministra el cigarro y a la largo de la carrera de un borracho, de un drogadicto, de un adicto a los juegos, ludópata o de un neurótico, entre otros, el cigarro es una fiel compañía, yo perdí la fuerza de mis piernas, llevo años sufriendo cada vez que camino de una cuadra a otra.- Yo  me lo busque, menosprecie la magnitud del poder del ASESINO SILENCIOSO.- No le tiene miedo?.- Hoy, respondo, - Si,  si le tengo mucho miedo y respeto, ya me rompió tuti la madona y no quiero más.

ernestosalayandia@gmail.com 614 256 85 20


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