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Cuida de tu salud mental

Si algo podemos decir con seguridad de las enfermedades mentales, es que las padecen un gran número de personas, hombres y mujeres, de todos los estratos socio-económicos, y sin importar la edad del individuo. Pueden presentarse como fobias, obsesión y compulsión, desajustes de la personalidad, angustia y depresión, esta última se puede presentar con un alto grado de agresividad, o con el aislamiento total que impide a quien la padece el interactuar con su familia y amigos. 

El maniaco depresivo reacciona atacando verbalmente a sus familiares y amigos, con un enojo que sale fuera de su control, o llora y duerme descontroladamente, presenta un comportamiento que le invade todas las esferas de su vida, pues afecta su vida familiar, la forma en que se relaciona en el trabajo y en general con sus semejantes. 

Cuida de tu salud mental

Las estadísticas muestran que los niños que crecen en ambientes de maltrato físico o emocional tienen más probabilidad de verse envueltos en actos delictivos, de usar drogas, y de ser expulsados de la escuela, por lo cual es importantísimo que una padre o madre de familia se trate su enfermedad, por su bien y el de toda la familia. 

Es cierto que buscar ayuda terapéutica puede ser incosteable para quien no tiene el privilegio de contar con un seguro médico, pero gracias a Dios existen lugares como Nuestra Clínica del Valle y el Centro familiar de salud La Esperanza (Hope Family Health Center) que por décadas han tratado a personas de bajos recursos, con la consigna de ayudar a la comunidad del Valle del Rio Grande, enfocándose en prevenir enfermedades de una manera integral, primero con chequeos médicos regulares, y al educar a quien se acerca a pedir ayuda.  Hoy más que nunca están tratando de hacer entender a la comunidad que esta bien el aceptar que no nos encontramos del todo bien, mentalmente hablando. En el caso de los desajustes emocionales, o psicológicos, debemos entender que nuestro cuerpo está diseñado para responder de una manera instintiva, que el área del cerebro conocida como la amígdala, es la mediadora de nuestra respuesta física a todo aquello con lo que interactuamos, ya sea el medio ambiente, o lo que percibimos como agresión o conducta hostil de aquellos con quienes interactuamos. Tenemos que estar conscientes que según el estado en que se encuentre nuestro organismo, es como reaccionaremos a los eventos externos.Por ejemplo un organismo al que le falta descanso, que no ha dormido lo suficiente, reaccionara exageradamente a la menor provocación. 

Cuando la dieta es alta en azúcares también contribuye a la impulsividad y por consiguiente a la facilidad de alterarse, o sumirse en un letargo, cuando el organismo se ve incapaz de funcionar por los altibajos de insulina. Como con cualquier otro padecimiento, dígase diabetes, presión alta, acné, hipertiroidismo, enfermedades del corazón, el cáncer, etc., las enfermedades o desajustes mentales son simplemente eso, una enfermedad. Entre más pronto lo entendamos así, y actuemos acorde a ello, las personas afectadas dejaran de sentirse estigmatizadas al reconocer su padecimiento, buscaran la ayuda necesaria y podrán llevar una vida plena.Cuida tu salud mental 

…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville.

Licenciado en Teología Sagrada. Es terapeuta familiar y consejero profesional con licencias.