Celebremos a mamá

El domingo, muchos celebraron a mamá en su día, invitándola a comer, acompañándola, llevándole un regalo, llamándola por teléfono si acaso nos encontramos lejos de ella, por estar trabajando en otro país, o porque servimos en las fuerzas armadas y estamos estacionados al otro lado del mundo. 

Aquellos que ya no tienen a mamá físicamente en este mundo le llevaron flores a su tumba, y cada quien tratará de hacer algo especial por ellas en medio de la pandemia sanitaria que estamos viviendo. Todo eso es más que merecido, pero es una lástima que muchos hijos piensen que un día es suficiente para celebrar a mamá. 

Celebremos a mamá

A la madre que nos llevó en el vientre por nueve meses, a la que nos adoptó y nos brindó protección y cariño, a todas esas abuelas que se han responsabilizado por los hijos de sus hijos quienes están encarcelados o que simplemente evadieron su responsabilidad, hay que decirles a diario: “Te amo mamá, gracias por todo lo que haces por mí. Te agradezco tus cuidados, tus desvelos, los alimentos que con tanto cuidado me diste desde bebé hasta ayer que cocinaste mi platillo favorito. Sobre todo gracias por mostrarme lo que es el amor incondicional que solo las madres saben dar. Ahora puedo valorar el amor gracias a que tú me enseñaste como es ese sentimiento puro y maravilloso. Gracias mamá”.  

Hay una y mil maneras de expresar nuestro cariño y agradecimiento, pueden ser pequeños detalles,  cosas que sabemos que ellas disfrutan, o aquellas cosas que ellas necesitan hacer en su casa o su jardín y que no desean que las haga un extraño, sino hacerlas ellas mismas en compañía de sus hijos. A mamá le complace nuestra atención, tal vez el ir a compartir con ella un café, o llevarla a hacer la compra del mandado, o sentarse con ellas a ver su novela. Cuando se está imposibilitado de compartir tiempo con nuestras madres, por vivir en distintos países y no tener la oportunidad de viajar, por estar trabajando lejos, por estar cumpliendo una condena, o porque desgraciadamente ellas se han adelantado y ahora están junto a Dios en el cielo, se desea con todas las fuerzas el poder compartir tiempo con ellas. Aprovechemos el tiempo que podamos pasar junto a mamá, dediquemos unas horas a la semana para hacerlas sentir bien, por lo pronto celebremos a mamá todo el mes del mayo, pero tratemos de hacerlo todo el año, pues ellas lo merecen.

¡Vive un día a la vez! ... ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Mons. Juan Nicolau, Ph.D. STL, sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.