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A la carrera, ya  

268 años y contando, pero pareciere que renació. ¡Muchos aniversarios más para Victoria, la capital de Tamaulipas! 

Y, a colación, ayer en la sesión solemne del H. Ayuntamiento, que formó parte de la celebración por un aniversario más de Victoria, el representante del Gobernador, además de referirse a algunos datos históricos, señalar que en lo político estamos en buenas manos, y felicitar al Alcalde, dijo algo que me llamó la atención:

A la carrera, ya  

Que Victoria por muchos años fue la ciudad de unos cuantos, y que, en la pasada elección terminó esa era, con la oportunidad de una nueva historia, que Victoria está lista para ser liderada.

Comulgo con dicha afirmación. Y es enorme el reto. Porque sin ánimo de generalizar o de repartir culpas entre sus administraciones pasadas y entre sus tan inamovibles como tóxicos poderes fácticos, lo cierto es que Victoria, no solo no parece capital sino que está muy rezagada, en casi todo.

Por ello, y hay que decirlo, arrancamos a prisa, vamos a la carrera, ya. 

Recuperar la confianza no es sencillo. Los victorenses aún están (estamos) dolidos, dolidos de tanta corrupción de algunos que, increíblemente, hasta la fecha se resisten a ceder, a cambiar de mentalidad. 

Y precisamente sobre el concepto de “confianza”, dice Mauricio Merino, y estimo le asiste la razón, que en nuestro país hemos caído en la tragedia de la desconfianza, que ésta ha minado las instituciones y ha hecho pedazos el tejido social, y que más nos vale que lo asumamos, que pasamos de la democracia a la selva. La guerra de todos contra todos, como decía Hobbes. 

Pero, no podremos cabalgar y avanzar más rápido si nos estancamos en la selva. 

La mayoría de los victorenses ya dieron un primer paso al tomarse de la mano del Doctor Xico para derrotar a viejos fantasmas y, ahora, uno de los retos es contagiar a todos sobre el verdadero cambio de mentalidad, que es en gran medida lo que necesitamos, para mitigar los daños en el corto plazo, acercarnos a la prosperidad de la ciudad en el mediano plazo y, alcanzarla, en el largo.

Y creo, que ese cambio de actitud o mentalidad, solo puede provenir de los jóvenes. 

Pues, como bien señala Moisés Naím en su último libro: “…La inclinación de los jóvenes a poner en duda la autoridad y desafiar al poder se ve reforzada hoy por las revoluciones del más y de la movilidad. 

No solo hay más personas menores de treinta años, sino que tienen más: tarjetas de llamadas prepago, radios, televisores, y en especial celulares y acceso a internet, además de posibilidades de viajar y comunicarse con otros como ellos en su país y en todo el mundo…

Son los jóvenes: irreverentes, deseosos de cambio, desafiantes, mejor informados, móviles y conectados, quienes constituyen ya casi en todos lados la mayoría de la población. Y, como hemos visto en el norte de África y Oriente Próximo, los jóvenes tumban gobiernos...”

En fin. Después de 268 años de su fundación, hoy comienza un día más de vida y de historia para nuestra capital, fortalezcamos su vida, y sobre todo, mejoremos su historia, entre todos.