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Los cabos sueltos en la muerte del actor Octavio Pérez Ocaña

La Fiscalía del Estado de México sostiene el suicidio del actor tras una persecución policial, pese a que cuenta con pruebas que apuntan a un homicidio, según parte de la investigación a la que ha tenido acceso EL PAÍS

El actor mexicano Octavio Pérez Ocaña, de 22 años, agonizaba en el asiento del piloto con el rostro ensangrentado por un balazo en el cráneo cuando medio país —incluida su familia— observó perplejo cómo unos policías entraban y salían del vehículo impasibles.

Los cabos sueltos en la muerte del actor Octavio Pérez Ocaña

Como si ahí dentro no estuviera a punto de morir un hombre. Ocaña y dos acompañantes habían sido perseguidos por la policía municipal hasta chocar contra un muro de una autopista.

Mientras todavía movía la mano hacia la oreja derecha, cerca del lugar exacto por donde entró la bala (parietal derecho), unos agentes hablaban entre ellos y le hacían fotos.

A cinco meses de la muerte de Octavio Ocaña, un juez de control vinculó a proceso a la paramédica Marcelina “N” y al policía Raúl “N” por haber tomado fotografías del cuerpo del actor con sus teléfonos celulares y difundirlas por WhatsApp.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que el 29 de octubre del año pasado, Marcelina y Raúl filtraron las imágenes del cadáver del actor por medio de esa aplicación de mensajería instantánea y luego circularon por redes sociales.

Dichas publicaciones mostraban el cuerpo del actor en el área de Patología del Hospital Lomas Verdes del IMSS, “situación que es considerada un delito por las leyes del Estado de México, pues atenta contra el respeto a los muertos”, indicó.

Además de haber sido vinculados a proceso por un juez y fijar un mes como plazo para la investigación complementaria, ambos imputados fueron suspendidos de sus cargos de manera temporal, afirmó la Fiscalía.

El 29 de octubre de 2021, el actor Octavio Ocaña, de 22 años, conocido por interpretar el personaje de “Benito Rivers” de la serie “Vecinos”, falleció tras una persecución en el Estado de México.

Sus restos fueron enterrados el 1 de noviembre, justo el Día de Todos los Santos, en su ciudad natal Villa Hermosa, Tabasco, mientras amigos y familiares cantaban “Amor Eterno”.

El cuerpo de Ocaña llegó a Tabasco la noche del domingo. Fue recibido por miles de personas que salieron a las calles para aplaudir el paso de la carroza, mientras mostraban pancartas para exigir justicia a las autoridades para esclarecer su muerte.



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