Narran testigos odiseas pasadas. Cambian el rostro a Hospital General

Mediante escritos que reforzaron verbalmente pacientes de diferentes colonias que acuden con regularidad al Hospital General, narraron las odiseas que habían pasado hasta hace poco más de tres meses por malos tratos, prepotencia, pésimo servicio, cobros indebidos, y el caso especial de una persona de la tercera edad quien se salvó de que le amputaran una de sus extremidades.

Uno de ellos es el de Yajaira Aracely Reyes de la colonia Tierra y Libertad, que su niño sufrió un accidente donde se le abrió el cráneo y dada la urgencia se le atendió y trasladó a la capital del Estado, agradeciendo a la directora el apoyo recibido sobre todo por que se salvó y fue dado de alta.

Carmina Varela de la 1ero. de Mayo quien a diferencia de hasta más de cuatro meses, se quedaron sorprendidos por el trato que hoy en día recibieron, Magaly Hernández otra más que ha visto los cambios del nuevo rostro del Hospital General, al igual que la señora Martha Laura Sánchez de la 5 de Febrero, Nancy Hernández…“hemos visto los cambios ahora con la doctora al frente, ya no vemos grupos de enfermeras o doctores perdiendo el tiempo, o que no dejen esperando por estar en el chisme o en otra cosa menos en atendernos, las que ahora brindan información ya no son tan prepotentes”.

Pero el caso que más conmovió fue el de una señora de la tercera edad de la colonia los Ángeles de nombre Soledad Ramos, quien acompañada por su hija y nieta, relató la triste historia que le tocó vivir hace casi un año en manos del doctor Porfirio Alcorta Pompa, pues recordó que cuando ella ingresó mala al Hospital en ese entonces pues tenia gangrena en una de sus extremidades, ese cirujano le dijo de inmediato que hasta donde quería que le amputaran la pierna que afortunadamente logró salvar al ser atendida por un médico particular.

“Nunca se nos va a olvidar lo que nos dijo ese médico Alcorta Pompa, la forma altanera y prepotente como nos trató pésimo igual que las enfermeras, nos hacían comprar medicamento caro y otro que ni siquiera se lo aplicaban, por fortuna lo consulté con un doctor en quien confío saqué a mi mama, me la llevé, y hoy gracias a Dios conserva sus extremidades, eso fue un martes nunca se me va a olvidar”.

“Yo como hija me daba miedo dejarla sola, por que estaba una señora en otra camilla a quien si le cortaron su pierna, a lo cual me ofrecí y le pregunté la puedo ayudar en algo, y me contestó llorando..no mi hija estos doctores nomás me cortaron mi pie, me lo dejaron abierto y ya se fueron de vacaciones”.