La Guardia Nacional no custodiaba cargamento de cartuchos, aclara la Sedena a Calderón
La Sedena aclaró al expresidente Felipe Calderón que el convoy que transportaba más de 7 millones de cartuchos que fueron robados en Guanajuato no era custodiado por la Guardia Nacional, sino por una empresa privada
CIUDAD DE MÉXICO.– La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aclaró que los vehículos que el pasado 9 de junio transportaban 7 millones de cartuchos que fueron robados ese día no eran custodiados por la Guardia Nacional, sino por la empresa de seguridad Cusaem, una firma para operar en el Estado de México, pero que ha opera en distintos puntos del país.
Aclaró que el cargamento de 7.5 millones de cartuchos que fue robado el pasado miércoles 9 de junio en Guanajuato, no eran de la Sedena, sino de la empresa Tecnos, y estaban dirigidos a Texas.
La respuesta de la Defensa Nacional se da a raíz de que la mañana de este viernes 11 de junio, el expresidente Felipe Calderón criticó el hecho de que la Sedena haya sido objeto del robo de más de 7 millones de cartuchos, estando custodiados por la Guardia Nacional, como escribió en sus redes sociales:
“¿Cómo es posible que le roben 7 millones de cartuchos al Ejército Mexicano? ¿Custodiados por la Guardia Nacional? Ahí hay gato encerrado, más bien ratones encerrados a muy alto nivel. @SEDENAmx debe investigar quién traiciona. No es tema local, ni de Gto ni de mandos regionales.”
La mañana de este viernes, Calderón Hinojosa hizo un llamado a la Sedena a investigar el robo de los cartuchos, que eran trasportados en dos tractocamiones en una carretera de San Luis de la Paz, Guanajuato.
Más de la sección
Para el exmandatario, “ahí hay gato encerrado”, por lo que los mandos militares deben investigar si hay traidores dentro de la institución.
No se trata, dijo, de un tema local ni de mandos regionales.
La carga hurtada era de 7 millones 114 mil 500 cartuchos útiles de diversos calibres, según un oficio de la delegación estatal de la Fiscalía General de la República (FGR).
Aunque en su mayoría se trata de balas para armas cortas, el cargamento que era transportado por tierra hacia Texas incluía 87 mil municiones calibre 7.62, para armas largas (rifles R-15).