La agresión oficial

Ciudad de México.

Se ha vuelto una constante que cuando algo no le es conveniente al Gobernador Jaime Bonilla Valdez, agrede verbalmente, al tiempo que arriba a la soberbia institucional, escenario donde todo aquel que le molesta es blanco de su agresión.

A diferencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que considera a la prensa, o por lo menos a una buena parte de la misma, su “adversario”, Bonilla desprecia el ejercicio del periodismo de investigación, aquel que no le da por su lado, que no le sirve de vocería ni de medio de alabanza.

El Gobernador de Baja California ataca la credibilidad de un medio de comunicación en un claro atentado contra la libertad de expresión: acabar con la confianza de un periodista para silenciarlo ante la sociedad. No lo ha logrado, pero vaya que lo ha intentado.

Hace unos días en un ataque de histeria, después de que en el Semanario ZETA publicamos cómo desde la Secretaría de Salud se manipulaban las cifras de fallecidos por contagio de Covid-19, arremetió en su presentación por Facebook sentenciando: “la verdadera información está aquí, lo demás es (sic) mentiras, nada más que yo lo escribo con zeta”, y acompañó su diatriba con una imagen donde la palabra estaba mal escrita, con una z en lugar de una s, y la expresión “con ZETA” en mayúsculas, como desde 1980 es el nombre del semanario fundado por Jesús Blancornelas y Héctor Félix Miranda.

El ataque del gobernador a la prensa ha sido sistemático. No le gusta el periodismo de investigación, le repele. Cuando en 2019 revelamos los moches que funcionarios de su administración solicitaron a empresarios a cambio de contratos, su secretario general de Gobierno habló de la vida personal de quien esto escribe, y atacó al medio asegurando que el único interés detrás de la investigación periodística era el hecho de que no nos compraban publicidad. Nada más falso.