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Invitan a un espectacular ‘Concierto Navideño’

El Dr. Gastón González Vásquez, director del ensamble de cámara Euterpe ya tiene listo todo para un despliegue de talento entre cuentos y villancicos

Se hace una atenta invitación a las familias reynonsenses a que acudan al “Concierto Navideño del Ensamble de Cámara Euterpe” dirigido por el Dr. Gastón González Vásquez, el cual se llevará a cabo el jueves 20 de diciembre en El Teatro Principal del Parque Cultural Reynosa a las 19:00 horas.

Invitan a un espectacular ‘Concierto Navideño’
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"Mucha de la música que haremos, rara vez se hace como versión de concierto, sobre todo las escenas de los hechizos y los copos de nieve, del primer acto. Eso es justo lo que me interesa, exponer esta música, este lado oscuro de El Cascanueces que pocas veces se toca - a menos que vayas a ver el ballet completo- y, además, narrarlo para que el público pueda entender mejor todo lo que hay detrás de esta música mágica, grandiosa y apasionada”.* Gastón González Vásquez, Doctor y director del Ensamble de Cámara Euterpe.

EL MAÑANA DE REYNOSA  comprometido con la promoción y fomento a la cultura y el arte se suma a este magno evento, haciendo difusión del mismo e invitando a todos los reynosenses a ser testigos de este gran derroche de talento.

ESPLENDOR Y DELICADEZA

Una de las obras más encantadoras de este concierto que tendremos la oportunidad de disfrutar, sin duda alguna, será Dancing Day, del compositor contemporáneo John Rutter.

“Dancing Day es una composición de un esplendor y delicadeza como pocas veces puede escucharse”, comenta el Dr. Gastón González Vásquez, director del ensamble de cámara Euterpe, y continúa explicando: “Dancing Day fue un encargo que fue comisionado a este compositor por el West Midlands Arts Association, y que fue estrenado en la catedral de la ciudad inglesa de Coventry, en el invierno de 1974. John Rutter reunió una colección de antiguos villancicos medievales y renacentistas a los cuales buscó darles una auténtica reinterpretación en un nuevo escenario. Las melodías y textos originales de cada villancico se reinventan en un contexto contemporáneo: las armonías y ornamentaciones son, precisamente, ese escenario. Todo el tiempo las voces angelicales surgen, aparecen y desaparecen arropadas entre una nube de delicadas armonías creadas por ellas mismas y un acompañamiento rico en arpegios y ornamentaciones provisto por el arpa.

LAMENTO DEL SIGLO XV

Los textos de estos villancicos tratan sobre los días de adviento previo a la navidad, la historia de la navidad, e incluso, uno de ellos (Coventry Carol) es un lamento del siglo XV que se cantaba la última semana de diciembre para recordar la masacre de los niños inocentes a manos del rey Herodes, en el que podemos escuchar a lo largo de todo este movimiento disonancias en oscuras tonalidades que nos recuerdan el trágico y triste trasfondo del texto. El verso final nos revela el acompañamiento del arpa más virtuoso y exultante de toda esta colección de villancicos. Este gran finale describe cómo el niño Jesús canta de alegría las palabras de las que toma su título toda esta obra: Tomorrow will be a dancing day (“Mañana será un día de bailar”), al saber que su true love (“verdadero amor”, es decir, la iglesia) estará de fiesta al día siguiente de la noche de su nacimiento para bailar y celebrar porque un año más, fue renacido.”

CASCANUECES FANTASMAGÓRICO

Por otro lado, tendremos la rara oportunidad de presenciar el cuento navideño El Cascanueces, en una versión adaptada por el Dr. Gastón González Vásquez, con la música del ballet homónimo de Pyotr Ilich Tchaikovsky y un texto suyo basado en el cuento de Alexandre Dumas, La Historia de un Cascanueces, quien a su vez lo modificó a partir del fantasmagórico y sangriento cuento original del escritor de literatura gótica Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, El cascanueces y el rey de los ratones.

“El ballet El Cascanueces no causó tanta impresión la noche de su estreno.  De hecho, a Tchaikovsky nunca terminó de gustarle cómo modificaron el cuento original para adaptarlo al ballet; tampoco le gustó la coreografía y escribió la música creyendo que seguramente pasaría de moda muy pronto. ¡Qué equivocado estaba Tchaikovsky!” -nos dice Gastón- “Me gustaría ver su cara si hubiera visto el furor fortuna con que su obra llegó hasta nuestros días: en vísperas de Navidad, no hay compañía de ballet en el mundo que no realice una producción de su Cascanueces, que se ha convertido en el ballet más amado y presente en los corazones del público de todas las edades; aquel mismo que se estrenó una helada noche, un 18 de diciembre de 1892, en el teatro imperial de San Petersburgo.

ESENCIA GÓTICA

La música de este ballet llega a parecerme, incluso, excesivamente pasional y con momentos bastante oscuros como para un cuento de niños. Yo creo que independientemente de componer la música bajo las sofocantes instrucciones del coreógrafo y el productor (hasta la duración precisa de cada parte se le indicó, de acuerdo a las posibilidades de los bailarines y los deseos de Marius Petipa, el coreógrafo), Tchaikovsky en su música logró capturar maravillosamente la esencia gótica del cuento original de Hoffmann: la melancolía y la ternura empapan todo el tiempo su partitura; el amor triunfa sobre malévolos hechizos, hadas perversas de hielo y seres inmundos.

Tchaikovsky escribió este ballet para una orquesta sinfónica completa y desarrolla más de 80 minutos de duración. Lo que escucharemos la noche del 20 de diciembre, será gran parte de la música original.




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