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Representan ruinas amenaza a vecinos

Esta ciudad aún cuenta con lugares remotos y solitarios donde delincuentes y malvivientes pueden establecer sus guaridas con facilidad. Tal es el caso de unas bodegas ubicadas sobre la calle Cuauhtémoc, en la colonia La Paz.

Esta ciudad aún cuenta con lugares remotos y solitarios donde delincuentes y malvivientes pueden establecer sus guaridas con facilidad.
Tal es el caso de unas bodegas ubicadas sobre la calle Cuauhtémoc, en la colonia La Paz.

Se trata de bodegas que en antaño estuvieron abiertas al público en general para la venta y compra de granos, de grandes cosechas de algodón, sorgo y maíz, producidos en extensiones de parcelas de este municipio de Río Bravo.

Ahora obsoletas con el crecimiento de la mancha urbana, hacia los cuatro puntos cardinales y con el abandono en que el gobierno federal tiene a los productores, sobre todo a los pequeños.

Un vecino de la colonia en mención afirma que vándalos se juntan en esquinas de ese sector, y se introducen al baldío para drogarse.

Omar Hernández Cisneros, de 32 años de edad, señala que noche tras noche, un grupo de muchachos cuyas edades fluctúan entre los 12 y 19 años de edad, se reúnen con la finalidad de meterse a las bodegas ubicadas en aquella zona para inhalar sustancias prohibidas como lo son pintura en aerosol y otros solventes.

Asevera que entre los pobladores de La Paz, manifiestan su temor porque la calle Cuauhtémoc es el paso de cientos de personas que salen tarde de los turnos de sus lugares de trabajo y podrían ser afectados por malvivientes que los esperan escondidos entre la maleza.

"Tenemos miedo de pasar con nuestras familias porque esos vagos sin oficio, se encuentran escondidos entre los matorrales, por eso deseamos que la Policía Preventiva Municipal haga rondines en toda la manzana para sacarlos cuando se encuentren allí", externa el vecino de la colonia La Paz.

Finaliza diciendo que últimamente las pandillas se están multiplicando y como padre de familia, desearía que sus hijas nunca fueran tocadas por maleantes, ni adictos.
"La enseñanza se les da en nuestra casa, sin embargo, necesitamos el apoyo de las autoridades de seguridad pública para mantener el orden".




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