Enfrentamientos en lugar disputado de Jerusalén
Estallaron enfrentamientos ayer en una venerada mezquita de Jerusalén donde miles de musulmanes acudieron a orar por primera vez en dos semanas, luego de que Israel retiró las medidas de seguridad que había colocado allí tras un ataque mortífero.
La policía israelí lanzó gas lacrimógeno y perdigones de goma contra los palestinos que les tiraban piedras en la explanada donde hay sitios sagrados tanto para judíos como para musulmanes.
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La Media Luna Roja palestina informó que 37 palestinos resultaron heridos, entre ellos algunos por impacto de los perdigones o por golpes y que algunos sufrieron fracturas.
Los musulmanes habían acudido al llamado a orar en la mezquita El-Aksa de la Ciudad Vieja de Jerusalén, luego de 11 días en que los clérigos islámicos habían pedido boicotear el lugar como protesta contra las medidas israelíes.
La policía israelí dijo que despachó agentes al lugar luego de que los manifestantes tiraron piedras contra los guardias. Según la Media Luna Roja, las tensiones se crisparon cuando los agentes israelíes cerraron uno de los accesos al lugar justo cuando una gran cantidad de fieles se agolpaban a las puertas.
Los musulmanes habían exigido que Israel retirara las barreras metálicas y los detectores de metal que había colocado en el sitio como medida de seguridad tras el ataque ocurrido el 14 de julio, cuando varios árabes israelíes mataron a dos policías israelíes.
Los israelíes finalmente cedieron y quitaron los dispositivos. Entretanto, los palestinos oraban en las calles a las afueras del templo.
Una vez que Israel retiró los detectores de metal y las cámaras el jueves, los clérigos musulmanes llamaron a los fieles a regresar a la mezquita. Multitudes de palestinos respondieron al llamado, algunos enarbolando la bandera palestina.
“Tras un amplio debate y tras lograr esta victoria en esta ronda, llamamos a nuestro pueblo en Jerusalén y dentro (de Israel) y a cualquiera que quiera acceder a la mezquita Al-Aqsa, que entren... en masa”, declararon los jerarcas musulmanes en un comunicado.