Empaña crisis aniversario de ONU
Es un cumpleaños agridulce para Naciones Unidas
Washington, D.C.
La ONU llega a su aniversario número 70 este próximo 24 de octubre, con una historia imperfecta, llena de éxitos y fracasos, y ante el reto inmediato de la crisis humanitaria más grande desde la creación del organismo, a finales de la Segunda Guerra Mundial.
“El sufrimiento hoy está a alturas no vistas en una generación. Cien millones de personas requieren ayuda humanitaria inmediata”, dijo el secretario general Ban Ki-Moon en septiembre.
La crisis, resumida en los 60 millones de desplazados en el mundo, amenaza con desbordar la capacidad de un organismo que ha pasado de 51 a 193 Estados miembros, pero con una estructura interna no muy distinta de la de hace 70 años.
La falta de recursos económicos es uno de los problemas: la ONU tiene un gasto anual de 42 mil millones de dólares, comparable al de un país pequeño como Cuba, o a las utilidades de Apple, insuficiente para los desafíos que enfrenta la organización.
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Además, la falta de reformas en instituciones clave, como el Consejo de Seguridad, ha tenido consecuencias reales, como la ausencia de un consenso para la acción ante la crisis en Siria.
“Es un ejemplo de cómo la ONU no ha estado a la altura de su promesa fundamental. Cuando los creadores de la ONU la imaginaron, ellos la pensaron como mucho más que un lugar de debate”, dijo a REFORMA Joe Torsella, ex enviado de Estados Unidos para reforma de la ONU entre 2011 y 2013.
Pero no todas son malas noticias para la cumpleañera.
La ONU es todavía el foro indispensable para airear las diferencias internacionales, y la acción de organizaciones como la UNICEF o la Organización Mundial de la Salud (OMS) es parte del éxito del sistema de Naciones Unidas.
“Tan sólo el año pasado, más de 75 millones de personas alrededor del mundo fueron atendidas por esfuerzos de ayuda humanitaria de la ONU”, dijo a REFORMA Martin S. Edwards, académico de la Universidad de Seton Hall.
La elección de un nuevo secretario general, programada para el año próximo, podría convertirse entonces en una oportunidad para revitalizar una organización que, pese a sus defectos, muchos consideran insustituible.