De la poza al Mundial
Se convertirá Benavides en el primer tricolor que compita en un Mundial en natación artística
Joel Benavides pasó de nadar en un manantial, a ser clavadista de una generación dorada, a entrenador de clavados y, ahora, a ser el primer hombre mexicano en competir en un Mundial en natación artística.
Su carrera deportiva la empezó como clavadista con el laureado Iván Bautista, nunca recibió una clase profesional y tuvo un encuentro tardío con la natación artística, hasta los 22 años.
“El agua es vida. Entré a clavados sin saber nadar, pero mi papá desde chiquito me enseñó a nadar en unas pozas de manantial en Guadalajara, el agua ha estado en mi vida desde que tengo recuerdos, cuando entro al agua siento como si no existiera nada más; sólo yo en sincronía con el agua. Si tengo problemas me despejo de todos y sólo pienso en sentir el agua”, describe Joel, en entrevista.
En la fosa compartió época con una generación dorada de clavadistas como los doble medallistas olímpicos Alejandra Orozco y Germán Sánchez hasta su retiro a los 15 años.
Tres años después, Bautista lo invitó a formar parte del cuerpo técnico de entrenadores de clavados para menores, cargo que ocupa desde hace cuatro años y por el que pidió una licencia temporal para competir en Budapest, Mundial que arranca este 17 de junio.
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SUS INICIOS
Todo comenzó como un juego con la ondina destacada Juliet Barreto. Ella le enseñó algunos movimientos que grababan y subían a redes sociales.
Estos videos llegaron a la entrenadora rusa Olga Aseeva, quien dirigía el equipo nacional junior de natación artística.
Aseeva compartió las grabaciones con la entrenadora Patricia Vila, quien representó a México como atleta en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96. Dos semanas después Joel presentó una rutina libre en dueto mixto con Trini Meza, en el Campeonato Nacional Clase B, a finales de 2019.
“Llegué a ‘sincro’ con un entrenamiento más práctico que teórico de cómo hacer natación. Nos metíamos a nadar un poco, Juliet me mostraba el movimiento y yo lo reproducía. Soy muy visual”, cuenta.
Los periodos largos de apnea dentro del agua que exigen un esfuerzo físico y mental fueron los principales desafíos para Joel en un deporte donde las atletas se esfuerzan por parecer elegantes.
“Fue muy rápido cómo montamos la rutina y aguantar 3 minutos sin haber tenido un trabajo pulmonar fue lo que más me pesó, llegaba a los entrenamientos con las manos sudando. Soy nuevo porque no tengo la preparación de mis compañeras que desde pequeñas siempre han tenido un trabajo de generar esa capacidad pulmonar y aguantar las apneas”, relata.
La cultura machista y los estereotipos de género orientados a los hombres que practican natación artística sigue siendo un desafío pese a haberse convertido el año pasado, junto a la ondina Amaya Velázquez, en la primera pareja mexicana en ganar una presea en dueto mixto en el Campeonato Panamericano, en Aruba.
“Me he enfrentado a todo, tal vez a veces no me lo dicen directamente, pero se sobreentiende, comentarios como ‘Te vas a hacer gay’, pero siempre he creído que si tú haces algo con la pasión que te nace no te deben importar esos comentarios. Son estereotipos que los mexicanos por ser un País muy machista sí dicen.
“Sí me lastimaron algunos comentarios de personas que pasaban por la alberca y cómo me veían, lastima, pero si estás enfocado en lo que te gusta hacer te da la fortaleza para ignorarlos, son comentarios que no te van a ayudar a crecer y que debes dejar pasar como el agua y que corran”, expresa.
¿Pensaste dejar la natación artística?
No, me dieron más fuerza para demostrar que el deporte es deporte y no tiene nada que ver con tu sexualidad y tu identidad. Mi sueño es obtener una medalla mundial y que esta modalidad llegue a los Juegos Olímpicos.