Da Pemex ‘pintadita’ a una planta chatarra
Casi 20 años tiene ya sin operar Agro Nitrogenados
Coatzacoalcos, Ver.
Los casi 20 años que lleva sin operar la planta Agro Nitrogenados, que tras comprarla Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2014 la bautizó como Pro Agroindustria, siguen siendo evidentes.
Si bien, sus gigantescos tanques, en forma de esfera, lucen pintura nueva y los silos están cubiertos por mallas que muestran su proceso de renovación, el verdadero corazón de esta planta, donde se producía urea, muestra la corrosión resultado de estos años sin uso.
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En un recorrido realizado por Grupo Reforma el pasado 30 de junio, se evidenció que el área principal de la planta todavía no ha sido tocada por la rehabilitación.
Pemex detalló en su último informe a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que la renovación contempla la restauración de los equipos rotatorios, estáticos y mecánicos.
Además de la construcción de una estación de compresión de dióxido de carbono, así como otros proyectos auxiliares.
Un delegado de la CTM en la zona, quien pidió omitir su nombre, explicó que actualmente están realizando cambios de equipo.
“Bombas se van, habían dicho que iban a arreglar, se están yendo y puras nuevas, las puntas y todo”, explicó en entrevista.
Señaló que recientemente recibieron la visita de uno de las personas que manejó la planta de Agro Nitrogenados hace 14 años, cuando todavía estaba en producción y antes de que la comprara Pemex en 273 millones de dólares, y éste hizo diversas recomendaciones.
Los años van y vienen, y los trabajos de rehabilitación no terminan.
Lo que si es evidente, es que Pro Agroindustria no ha podido borrar la historia que la antecede.
En una de las entradas, donde un sinnúmero de obreros esperan ser contratados, todavía luce el letrero, ya despintado, de Agro Nitrogenados S.A. de C.V., con el que Altos Hornos de México, los antiguos dueños, operaban el negocio.
Ubicada en el parque industrial Pajaritos, esta planta de fertilizantes se llamaba Fertimex y fue privatizada por Carlos Salinas de Gortari en 1992, y adquirida por el priista Rogelio Montemayor Seguy.
Desde afuera se pueden escuchar los rugidos de éste monstruo petroquímico, pero que provienen de máquinas de construcción y del ruido de los taladros que buscan rescatarlo.
A la distancia se alcanzan a ver, con sus trajes color naranja, algunos de los 500 obreros que trabajan en su rehabilitación, pese a que debería haber mil 500 empleados por el tamaño del proyecto, señala el delegado de la CTM.
Agrega que de lunes a jueves se juntan en promedio hasta 200 hombres, bajo el intenso sol que cubre a esta ciudad, en espera de participar en al rescate de la planta.