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Confiesa adicciones

Ejecutiva de Sony lucha contra desórdenes alimenticios

Antes de ser despedida como copresidenta de Sony Pictures, Amy Pascal, una de las mujeres ejecutivas más poderosas de la industria hollywoodense, reveló en un correo electrónico su alcoholismo, su adicción a las pastillas para adelgazar y años de desórdenes alimenticios.

Confiesa adicciones

“Empecé a tomar speed a los 12. Primero, le robé pastillas adelgazantes a mi mamá cuando me gradué. Me convertí en una alcohólica en mi adolescencia, fumaba tres cajetillas de Marlboro rojos al día desde los 15 ó 16.

“Vomitaba cuando era necesario y tomaba cada laxante o diurético que llegaba a mis manos”, escribió.

DESPIDO

Pascal fue despedida como líder institucional de Sony Pictures en febrero, luego de que su correo electrónico fuera hackeado días antes del estreno de la polémica comedia La Entrevista y se dieran a conocer los contenidos de algunos mails.

Pascal había mandado diversos correos a gente con la que trataba negocios cinematográficos con críticas a estrellas como Angelina Jolie, de quien cuestionaba su talento, así como bromas racistas sobre los gustos fílmicos del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

DESÓRDENES ALIMENTICIOS

En su misiva electrónica, narra cómo trabajó en una farmacia desde los 14 años, donde la mayor parte del tiempo envolvía regalos. Sin embargo, aprovechaba para robar medicinas. Tiempo después, contó, cuando se mudó a Santa Bárbara, buscó empleo en otra farmacia.

“Robaba pastillas o lo que fuera que me hiciera no comer, de todos lados, en las farmacias, en las casas de mis amigos, en las de sus padres, en fiestas”, narró.

Recuerda que desde pequeña mantiene diarios de lo que comió y de cómo lucía.

“Se trataba de no estar gorda y poco atractiva, y, de alguna manera, pensé que todo esto me haría más inteligente”.

Enlistó una serie de diferentes dietas que siguió, entre las que se incluye la Stillman, Weight Watchers, Atkins, la de la Piña, Susan Summers, la del Helado y La Zona.

Evocó que mujeres en el gimnasio de Beverly Hills al que acudía le aconsejaban comer poco para mantener la figura.

REHABILITACIÓN

Confesó que en 1990, a los 23 años, ingresó por 30 días al centro de rehabilitación Betty Ford Center.

“Nunca más volví a tomar pastillas, alcohol ni cigarros, casi dejé de vomitar pero no totalmente. (Pero) aún hacía trampa y tomaba tés de dieta y antidepresivos. He estado bajo medicamentos fuertes casi toda mi vida”.

Hizo saber que se ha sometido a tres liposucciones y que sueña con realizarse más, que ha asistido a reuniones de Alcohólicos Anónimos y que una vez que tuvo una vida holgada económicamente, pudo pagar a especialistas de Beverly Hills.



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