Prioridades

Ahora que México anda de cabeza, recortando presupuesto, subiendo combustibles, dejando a estudiantes becados en el extranjero sin apoyos y un sinnúmero más de atrocidades y desgracias, sucede lo mismo que en los matrimonios rotos: sólo queda echarse la culpa unos a otros.

       Lo cierto es que durante los mandatos panistas los altos precios del crudo internacional y la alta productividad generada por yacimientos como Cantarell, dieron al gobierno federal recursos suficientes como para echar la casa por la ventana y olvidarse completamente de la eficiencia administrativa gubernamental, de hecho hubo un crecimiento acelerado del gasto corriente.  Incluso durante el mandato de Calderón, tras la injerencia de los gobernadores priistas que apoyaron el fraude del 2006, se dieron dos consecuencias; apoyo a esos estados de los excedentes petroleros e impunidad a sus saqueos descarados. Bueno, pero era parte del trato para cerrarle las puertas a AMLO.

       Desde aquel entonces, con Fox y Calderón, las prioridades del gobierno federal fueron el apoyo a las inversiones extranjeras golondrinas y aparentar una estabilidad macroeconómica sostenida sobre un debilitamiento constante del ingreso de la clase media pero  sobre todo del sector obrero. Incluso la misma guerra contra el narco de Calderón fue una prioridad con miras propagandísticas para hacer creer al pueblo que había una lucha frontal contra la delincuencia. Hoy sabemos que no hubo estrategia, ni metas y objetivos, lo que desencadenó la muerte de más de 100,000 ciudadanos y más de 20,000 desaparecidos. 

       Otras de las extrañas prioridades de Calderón fueron el monumento bicentenario y el avión presidencial. Y digo extrañas, porque ahora que estamos viviendo las plagas del apocalipsis volteamos atrás y duele ver el despilfarro irresponsable de los panistas, pero sobre todo de Calderón. 

En el caso de la torre Bicentenario, sólo basta pararse sobre Paseo de Reforma viendo hacia el Ángel frente a la entrada del parque de Chapultepec. Si usted mira a su izquierda, verá la Torre Mayor. Un edificio hermoso, de hecho el más grande del país, y frente a él está el monumento Bicentenario, construido bajo la administración calderonista con su supervisión personal. Vea la diferencia de tamaño, metros de construcción, conformación y sobre todo detalles arquitectónicos. Bueno, pues le platico; costaron lo mismo. Ese monumento de unos cuantos metros cuadrados, costó lo mismo que el edificio más lujoso y grande del país. 

Algo similar ocurrió con Mexicana de Aviación, su quiebra se pudo haber evitado con una inyección de capital de 200 millones de dólares. En aquel entonces el gobierno federal dijo no contar con esa cantidad para rescatarla. Con ese rescate se hubiesen mantenido 8,600 empleos. De tal manera no tuvo ese dinero para el rescate, pero si tuvo 700 millones de dólares para comprar el avión presidencial. Hoy sabemos que la quiebra de la empresa de aviación más antigua y emblemática de México se debió a la intervención de un primo de Margarita Zavala quien pactó beneficiar a Interjet con rutas y slots de Mexicana.

       Hoy hablo de prioridades porque el actual gobierno parece seguir con todo las mismas normas prioritarias del gobierno calderonista; las de la corrupción. Porque el pasado jueves hubo otro accidente en Refinería Madero, se perdieron vidas. Todo por la falta de mantenimiento de las plantas. Las refinerías de Pemex son una bomba de tiempo que seguirán causando graves accidentes. La respuesta de los funcionarios de la paraestatal es una queja constante de falta de recursos para esos mantenimientos. Mientras el gobierno federal grita a los cuatro vientos que no se cuenta con recursos para ello y por eso se debe priorizar la inversión privada y extranjera. Cosa curiosa; porque no hay dinero en Pemex para mantenimiento, pero sí hay para comprar plantas de fertilizantes en varios cientos de millones de dólares, mismas que son inoperantes y prácticamente obsoletas, pero que pertenecían a personas cercanas a la administración federal.

       Por eso hoy que los recursos económicos escasean y los socios políticos PRI-PAN se culpan unos a otros en lo público pero siguen acordando en privado, es cuando nos parece perversamente irresponsable el despilfarro y abuso delincuencial de altos funcionarios públicos que han hecho del erario su fuente de ingreso principal. La única duda que me queda es: ¿Por qué el Presidente Peña adelantó la importación de gasolina programada para el 2018? ¿Será otra de esas prioridades extrañas?

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