Editoriales > FONDO Y FORMA (ABEL OSEGUERA KERNION)

Sin rumbo

Si prestamos atención a lo que ocurre por estos días en cuanto a las tensiones internacionales entre Irán y los Estados Unidos por el ataque de dos buques petroleros y el derribamiento de un dron norteamericano, no podemos dejar pasar que esto no son casos aislados.

El capitán del petrolero japonés atacado desmiente la versión del Pentágono sobre una mina marina y aduce que el ataque llegó desde el aire. Y mientras Estados Unidos sostiene que el dron fue derribado en aguas internacionales, Irán declara que estaba dentro de su espacio aéreo. 

Sin rumbo

Las declaraciones de Estados Unidos fueron contundentes para castigar económicamente a Irán, desde el ataque de los 2 petroleros, y como siempre buscó el respaldo político de sus aliados europeos. 

Sin embargo la Unión Europea ha decidido no apoyar medidas económicas punitivas contra Irán. Esto por dos razones principales: Primero; no está claro que Irán haya atacado a los buques petroleros, ya que Irán responsabiliza a Arabia Saudita de dichos ataques. Siendo que sería Arabia Saudita la más beneficiada de un bloqueo hacia Irán, ya que los chiís, mayoría en Irán y controladores del mismo gobierno representan la fuerza interna opositora a las monarquías árabes. Y segundo; Medidas punitivas contra Irán repercutirían en una nueva ola migratoria sobre Europa, ahora desde Irán. 

Como ocurrió en su momento desde Túnez, Libia, Egipto y Siria.  Pero no solo eso preocupa a Europa, también les atañe estar muy cerca de Rusia, ahora un importante aliado de Irán pues en este juego de reacomodo mundial China juega un papel preponderante. 

Si retrasamos un poco el calendario, hacia finales de la segunda guerra mundial, el mundo, sobre todo Europa y Asia estaban totalmente destruidos por la guerra. De tal manera, Estados Unidos representaba el 60% del PIB mundial. La fuerza económica de los EU forzó al imperio más grande de ese momento a deshacerse. 

El Imperio Británico debió dar libertad a sus territorios asiáticos y africanos, dejando a Estados Unidos como único responsable de lo que se le conoció, por los mismos norteamericanos como “Mundo libre”. 

Ya que por otro lado a la extinta URSS ejercía un control férreo sobre la otra mitad del mundo. Este choque de intereses se le conoció como “Guerra Fría”. Tras la caída del comunismo, EU comenzó una nueva conquista no militar, sino económica sobre los mercados del “Tercer Mundo” ahora conocidos como “Mercados Emergentes”. Para dicho plan se obligó a muchas naciones  a adoptar medidas de libre comercio, a deshacerse de su industria paraestatal, entregar a las empresas extranjeras minerales, materias primas y mano de obra barata. Esto ahora es conocido como Neoliberalismo. 

Con lo que no contaba Estados Unidos es que este mismo sistema económico le iba a jugar un efecto de rebote terrible para su balanza comercial y sobre todo el crecimiento del desempleo y la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora. 

Los países que no se sumaron al sistema neoliberal crecieron enormemente y ahora representan un poderío económico que ha orillado a EU a solo representar el 15% del PIB mundial. Estos países son China, Rusia, Singapur, Malasia, Indonesia, Vietnam y ahora se sube al mismo barco India. Y mientras México sacrificaba a su pequeña industria y a sus trabajadores obedeciendo cabalmente el Decálogo del Concilio de Washington, Asia comenzaba una conquista sobre el mercado norteamericano y mundial. 

Hoy en día el país más productivo del mundo es China, pero no solo eso, también es el mercado de consumo más grande del mundo. Un dato interesante es que en 1983, mientras México abandonaba el sistema de economía mixta. O sea, industria privada y paraestatal, China decidía tomar esa economía. En aquel entonces el PIB mexicano era 1.5 veces más grande que el chino. Hoy vemos como le fue a uno y a otro.

Pero lo que intento señalar con claridad es lo que hoy ocurre. Estos movimientos belicosos y fanfarronadas internacionales se deben al impulso Chino-Ruso por socavar el poderío político internacional de los EU. Y esa guerra comercial iniciada por Estados Unidos contra China obedece a una reacción natural para intentar evitar el colapso económico de los Estados Unidos. 

Y es aquí dónde México está dejando pasar una gran oportunidad de despegar. México solo tiene superávit comercial con EU. Pensar en aliarse con China no es muy brillante, pero si puede servir para negociar con Estados Unidos y junto con Canadá cerrar el bloque completo al consumo de productos asiáticos. Esto es; levantar medidas arancelarias contra los productos Chinos. De tal manera la industria de capital occidental requiera mudar sus fábricas nuevamente a tierras americanas y las orientales sean obligadas a hacer lo mismo si quieren seguir accediendo al mercado de los tres países.

El problema de esto, es que el gobierno mexicano no parece ejercer ningún plan para aprovechar esta oportunidad única. Quizá Alfonso Romo pueda ejercer cierto rumbo al gobierno, ya que de todos los funcionarios es el único que ya se pronunció en ese sentido. 

Pero parece que todos los demás están más ocupados en trivialidades y ocurrencias y no en diseñar una estrategia a largo plazo de desarrollo. Y como dice el dicho : “Barco sin rumbo jamás encuentra viento favorable”..