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James Comey

Mucho se ha hablado y sobre todo especulado con la salida anticipada de James Comey como director del FBI

Mucho se ha hablado y sobre todo especulado con la salida anticipada de James Comey como director del FBI. Con su habitual “You are fired”, que al Presidente Donald Trump le funcionó en su Reality Show, ahora ha desatado un verdadero infierno de especulaciones, pues ocurre justo cuando se investigaba los nexos de la campaña Trump y los rusos.

Lo peor no sólo es la salida de Comey que levanta la suspicacias de medios de comunicación amigos y enemigos del Presidente, sino además una serie de tweets que Trump lanza para enrarecer aún más el ambiente que tormentosamente se cierne sobre su mandato.

James Comey

Salió a la luz una cena privada entre el Presidente y Comey en la Casa Blanca dónde directamente Trump le preguntó si le estaba investigando la relación de su campaña con el gobierno ruso y si le iba a ser leal al Presidente. La respuesta de Comey fue contundente, profunda y tal vez peligrosa para Trump: “Seré honesto”, fue su respuesta. Luego vino el despido fulminante.

Si ser honesto es un peligro inminente para Trump, queda en duda, pero pudiera ser también una deslealtad desde su perspectiva empresarial. 

Ahora bien, ésta respuesta la dio a conocer el mismo Comey, tras las declaraciones del Presidente en su contra durante la entrevista para la NBC que le hizo Lester Holt, dónde lo llamó fanfarrón. Luego vino una invitación del Comité de Inteligencia del Senado para una audiencia cerrada. Comey se negó para luego señalar que está dispuesto a comparecer siempre y cuando sea pública, lo que pone más sabor a este espinoso asunto.

Debemos recordar que Comey fue el centro de atención durante la campaña presidencial por sus constantes informes sobre las investigaciones contra la candidata demócrata, Hillary Clinton, a quien unos días antes de la elección estaba investigando sobre unos correos electrónicos. Dicha declaración de Comey fue devastadora para la imagen de la Clinton, y fue acusado por ella y su equipo de haber incidido en la elección presidencial.

Comey, ahora enfrenta una situación muy complicada; las amenazas del Presidente a través de sus misiles twitteros, pareciera dejar entrever que podrían salir a luz grabaciones de los encuentros entre Comey y el Presidente. O quizá pruebas de personas cercanas al Presidente con los rusos. 

Lo cierto es que este asunto doméstico puede cambiar totalmente las políticas del Presidente Trump, aclaro que éstas no eran muy claras, sin embargo sí podrían ser un freno hacia planes del corto y mediano plazo en la agenda presidencial. Entre ellos el muro, el Trumpcare y la reforma fiscal. 

Si bien se antoja difícil un juicio de destitución, también es cierto que el Presidente Trump ha ido sembrando nubes tormentosas desde su campaña. Alguna de ellas bien pronto puede empezar a acercarse a otras que desaten un huracán en su contra. Los enemigos del Presidente Trump son muchos y de variadas filosofías, credos e intereses, pero lo grave es su falta de experiencia y sensibilidad política para ir navegando por esos mares agitados y traicioneros que rodean Washington. 

El manejo de la prensa ha sido un desastre, su equipo de confianza, parece estarse desmoronando. Su portavoz, Spicer, parece estar en la cuerda floja. Pero el peor de sus errores ha sido querer quedar bien con toda el ala republicana. Todo eso lo hace porque construyó su candidatura y campaña con la fuerza del voto a partidario, de los frustrados por la mala economía. Desdeñó y embistió a los republicanos, a los mismos hoy necesita para gobernar y le están sacando el máximo provecho a su debilidad. 

¿Qué pasará? No lo sé. Pero si le aseguro, amigo lector, que aburrido no será. Trump siempre será nota, está en su ADN.

abeloseguerakernion@gmail.com