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Lo bueno no se cuenta

A mi retorno de Monterrey encontré en mi mesa de trabajo una información que la considero muy importante porque aquí sí le doy la razón al presidente ENRIQUE PEÑA NIETO: hay cosas buenas que no se cuentan pero que cuentan mucho, como fue la atención médica que recibió en una clínica del Seguro Social el estudiante del ITACE de Altamira, ÁNGEL ARTEAGA OCHOA que al verse envuelto en una riña que él no provocó, fue agredido con tanta violencia que estuvo a punto de que le arrancaran la mandíbula.

Afortunadamente por contar con un seguro estudiantil, el joven fue internado en el IMSS y tras prolongada intervención lograron evitar que perdiera la mandíbula, lo que hubiera sido un desastre en la integridad de este joven estudiante.

Lo bueno no se cuenta

Por su parte el columnista tiene cosas buenas que contar del Seguro Social pues tanto en la Unidad de Medicina Familiar Número 33 como en el Hospital de Zona Número 15 en Reynosa, y en la 34 de Cardiología en Monterrey, todas del IMSS, fue atendido con mucho profesionalismo aunque sé que algunos se quejan del personal tanto de enfermería como administrativo pero con estas visitas comprendí que ello obedece a una disciplina mediante la cual han logrado una alta eficiencia en los servicios que proporciona ese instituto fundado cuando MANUEL ÁVILA CAMACHO era presidente de nuestro México lindo y querido.

Sé que también los familiares y los pacientes quisieran que fueran apapachadores, pero eso no cabe en un hospital en donde las intervenciones son de alto riesgo. Ahí se sacrifica la calidez en aras de lograr la eficacia y eso el columnista lo constató y en carne propia. No sentí ningún trato despótico en ningún integrante de la plantilla de personal del IMSS y noté que algunos no son afectuosos, pero ninguno es déspota, majadero ni con los familiares y los pacientes.

Creo que llegó el momento en que tenemos que cambiarle pues por ese afán de sólo contar lo malo mandamos al extranjero impresiones que distan mucho de la realidad como sobre la corrupción pues si bien nadie niega que la hay, esa solamente se da entre unos cuantos que desde luego quisiéramos que no existiera ninguno de ellos pero desgraciadamente también los particulares contribuyen a que esa lacra esté ya convertida en una pesada lápida que todos vamos cargando sin tener culpa alguna como por ejemplo, el Sindicato Petrolero que tiene una fama de corrupto pero por culpa de algunos de sus dirigentes porque lo que es a sus agremiados, a ellos solo les descuentan las cuotas. Para nada los convidaron a sentarse en la mesa a la hora de repartirse los dividendos.

Esos, repito, sólo fueron para los dirigentes y ahora vemos que Pemex está en un punto de quiebra y los trabajadores padeciendo una cruda sin haber tomado.

Entonces, ello obliga a que seamos más prudentes al hablar de cuestiones negativas porque por hacerlo con toda ligereza terminamos barriendo parejo y la llevan justos por pecadores como ya lo hemos visto.

Y antes de que se me pase he de decir que solo comentarios positivos he escuchado por la designación de RAÚL LÓPEZ LÓPEZ como jefe de la Oficina Fiscal del Estado quien con su característico afán de servicio facilitará todos los tramites en esa dependencia, algo que también realizó el anterior titular, RAMIRO CIENFUEGOS, lo que me lleva a reiterar:  hay cosas buenas que no se cuentan y, las designaciones, primero de Ramiro y hoy de Raúl cuentan mucho.

Y por hoy, BASTA.

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