Escena

¿Y ahora quién podrá defendernos?

La comedia está desamparada, Chespirito ha muerto pero seguirá vivo ante un legado invaluable
  • Por: Agencia AP
  • 29 / Noviembre / 2014 -
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¿Y ahora quién podrá defendernos?

Agencia AP

En la vecindad se escucha el llanto, pero esta vez no se debe a las travesuras de Quico ni a un regaño de Don Ramón.

Los lamentos se deben a la muerte del comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, creador de una infinidad de personajes con los que cambió la forma de hacer comedia en Latinoamérica.

LA ESCRITURA ERA LO SUYO

El artífice de los programas “El Chavo del Ocho” y “El Chapulín Colorado” se formó profesionalmente en el área de ingeniería, pero desde muy joven se dedicó a la escritura de mensajes publicitarios y guiones.

Fue mientras trabajaba en una compañía dedicada a la fabricación de vigas y artículos de acero que decidió sortear el aburrimiento de sus labores y “sin querer queriendo”, como diría su entrañable Chavo, se topó con un peculiar anuncio en un periódico: “Se solicita aprendiz de productor de radio y televisión y aprendiz de escritor de lo mismo”.

CAMBIA SU VIDA

Responder a tal publicación “marcó el primer paso que di para cambiar por completo la trayectoria de mi vida”, escribió en su autobiografía titulada, igualmente, “Sin querer queriendo”.

En el libro, rememoraba que aquel primer empleo en una agencia de publicidad estuvo marcado por el mero azar. Cuando llegó a las instalaciones de la agencia D’Arcy había dos filas de solicitantes: una de unas 50 personas y otra de apenas 6, donde se encontraban los que aspiraban a convertirse en aprendices.

“Mi futuro profesional quedó definido por la diferencia del tiempo que debía permanecer en una fila”.

UNIVERSO

DEL HUMOR

En el universo de Chespirito todo era humor, incluso su famoso sobrenombre, proveniente de la castellanización del apellido de William Shakespeare, sólo que en diminutivo por la corta estatura del mexicano.

En la década de 1950 su carrera como guionista comenzó a adquirir prominencia gracias a sus comedias pensadas para los “excéntricos musicales”, las duplas de cómicos que cantaban y entremezclaban diálogos.

Dichas parejas incluyeron a Gaspar Henaine “Capulina” y Marco Antonio Campos Contreras “Viruta”, cuya popularidad aumentó con los textos de Chespirito. El propio Capulina reconocía la destreza de Gómez Bolaños, de quien manifestó que tenía “la capacidad para escribir dos, cuatro y hasta mil programas al mismo tiempo”.

A diferencia de la comedia actual, Gómez Bolaños desarrolló un estilo que no recurría a dobles sentidos ni obscenidades, lo que le llevó a trascender por toda Latinoamérica y a ganarse el corazón de millones. El también actor citaba como su inspiración al dúo estadounidense de El Gordo y El Flaco y al mexicano Mario Moreno “Cantinflas”.

DEBUT FíLMICO

Su debut fílmico fue con Viruta y Capulina en la cinta de 1960 “Dos criados malcriados”. En teatro participó en el “Tenorio de los locutores”, junto a Silvia Derbez.

Para finales de la década de 1960 ya gozaba de renombre. Su éxito iba de la mano con la transición a la televisión de color y al surgimiento de los grandes imperios televisivos de México.

UN FENÓMENO

Gómez Bolaños fue convocado por ejecutivos del entonces nuevo Canal 8, que le comisionó la creación de “El ciudadano”, una serie cuyo protagonista debía ser “uno de esos tipos que se meten en todo para defender a los más necesitados”.

El que no supo en qué se había metido fue el comediante. Aquel programa al que finalmente bautizó como “El ciudadano Gómez” fue el principio del fenómeno de Chespirito.

Era la serie la que lo lanzaría a la fama frente a las cámaras luego que pidió participar en un casting del que salió victorioso. En las pruebas de actuación también se topó por vez primera con Rubén Aguirre, con quien trabajaría durante más de tres décadas.

Dos años después llegaría “Los Supergenios de la Mesa Cuadra”, una parodia de los programas de discusiones de mesa cuadrada de la época. La emisión marcaría un hito al reunir a actores como Aguirre (que desde entonces se convirtió en el Profesor Jirafales), Ramón Valdés (eventualmente Don Ramón) y María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina).

A sólo unas semanas de su transmisión, el programa fue nombrado simplemente “Chespirito”. Allí surgió el Chapulín Colorado, que había sido rechazado por otros comediantes y que originalmente iba a llamarse el Chapulín Justiciero. 

EL CHAVO

Y tenía que ser el Chavo el que lo catapultara a la fama. El programa resultó tan popular que a la fecha se puede ver en múltiples países del continente americano. En su momento llevó a la fama a otros integrantes del elenco, como a Carlos Villagrán, quien daba vida a Quico; De las Nieves como la Chilindrina y Florinda Meza, quien actuaba como Doña Florinda y con quien Chespirito se casó en 2004 tras más de 20 años de vivir en unión libre.

UN ÍDOLO

Al paso de los años Gómez Bolaños se convirtió en un ídolo por toda América Latina, donde impuso récords de audiencias. En 1977 llenó dos veces el estadio de fútbol de Santiago de Chile con el “Show de Chespirito” y ofreció 14 fechas en el Luna Park de Buenos Aires, agotando las entradas. En 1983 abarrotó dos veces el Madison Square Garden de Nueva York.

EN LOS LIBROS

En su trayectoria Gómez Bolaños también probó suerte en el terreno editorial. Publicó la colección lírica “Y también poemas” (2003), la novela “El diario del Chavo del Ocho” (2005) y la autobiografía “Sin querer queriendo” (2006).

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