buscar noticiasbuscar noticias

Villanueva, un pueblo al estilo del viejo oeste. El antiguo nuevo Camargo

Víctor Sáenz Ramírez, el cronista de la ciudad, dijo que por Villanueva pasaron los primeros conquistadores de la región noreste de Tamaulipas, incluso antes de arribar a Reynosa

Camargo, Tam.- Por lo menos a una hora de Reynosa se sitúa el antiguo Nuevo Camargo, también conocido como Villanueva, un solitario y enigmático pueblo en el que, muy al estilo del viejo oeste, se oye el ruido del viento y se ve muy constantemente a gente transportándose en sus cuacos. 

BELLEZA. Las antiguas casas, las cuales reflejan el progreso y la magia arquitectónica que algún día tuvo este paraje.Villanueva, un pueblo al estilo del viejo oeste. El antiguo nuevo Camargo

Tanto por dentro como por fuera las viejas construcciones de Villanueva poseen un sentido arquitectónico y artístico, por los detalles: las gruesas paredes, las chimeneas, segundos pisos, los aljibes, las molduras y las figuras talladas a mano en piedra, algo espectacular, considerando la indisponibilidad de herramientas en siglos pasados.

Cuentan los pocos moradores que quedan en la parte antigua del pueblo que éstas eran las residencias de los hacendados de la época.

Se cree que para poder trabajar las tierras y levantar estas fastuosas viviendas participaron integrantes de grupos étnicos como los “comecrudos”, los “pajaritos” y los “carrizos”, algunos de ellos esclavizados por la colonia española, la cual llegó a la región a mediados del siglo XVIII, en 1748 con el movimiento de José de Escandón (conocido como el conde de Sierra Gorda).

Víctor Sáenz Ramírez, el cronista de la ciudad, dijo que por Villanueva pasaron los primeros conquistadores de la región noreste de Tamaulipas, incluso antes de arribar a Reynosa.

Explicó que debido a su magnífica arquitectura las moradas han podido resistir al tiempo, pero no al vandalismo, pues muchas más fueron destruidas y solo dos siguen siendo habitadas.

Las levantaron a base de piedras, madera y ladrillos importados, ya que en siglos pasados la navegación por el San Juan era una actividad muy conocida. Inclusive había muelles, ya que por este afluente se introducía hasta Monterrey una numerosa cantidad de mercancías.

imagen-cuerpo

MAJESTUOSA. Estas eran las residencias de los hacendados de la época.

imagen-cuerpo

SOBREVIVE. Por una de las calles principales se encuentra el domicilio de Doña Norma Alicia Aldrete López.

imagen-cuerpo

DESTRUYEN. Las moradas han podido resistir al tiempo, pero no al vandalismo.

imagen-cuerpo

CONSERVA. Una hermosa ventana, aún con su reja original.

-

EL TECHO DE SU CASA ERA DE UN BARCO

Por una de las calles principales de Villanueva se encuentra el domicilio de la siempre risueña Doña Norma Alicia Aldrete López, quien es la única habitante de la zona vieja del pueblo que ha vivido aquí toda su vida.

Explica que sus antepasados poblaron este paraje y que sus padres y abuelos eran gente común y corriente que se dedicaban a la agricultura.

Esta mujer, quien también vivía sola, menciona que el techo de su casa fue construido por la cubierta de un antiguo barco, pero se derrumbó, porque estaba muy deteriorado.

“Al fondo del terreno quedaron los barrotes, era de madera. Se cayó hace unos años”, expresó.

Doña Norma aún recuerda cuando este lugar se llenaba de vida con la gente que solía visitarlo. Un día de repente todo ese ambiente desapareció, pues muchos migraron a los Estados Unidos.

“Éste es un sitio histórico. Claro que sí invitaría a la gente a regresar. Antes llegaban buses repletos de turistas del otro lado, gente que querían conocer nuestra arquitectura”, manifestó.

Dijo que seria importante que el municipio y el gobierno del Estado les ayuden a los residentes a revivir este sitio turístico, que lo restauren y no los dejen olvidados.

Hasta hace algunas décadas, pormenoriza, una de las construcciones seguía funcionando como colegio.

“Fíjese, en esa escuela de allá abajo yo estudié. Estaba muy bonita, tenía todo completo, puertas, techo y paredes. Pero la fueron descuidando, hasta el punto que está en pésimas condiciones. 

“Estas son las pocas construcciones que han quedado, porque muchas familias emigraron. Algunas para Camargo y otras para Estados Unidos. Mi mamá me decía que aquí fue primero Camargo, y luego se mudó la población para allá”, comenta.




DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD