Un río bautizado con tres nombres: Río Grande Bravo del Norte

En 1582, Luis Carvajal y de la Cueva trató establecer el primer asentamiento desde el interior en la desembocadura del río, que ya era conocido como Bravo. Escultura en Monterrey, Nuevo León.
Cronista Municipal de Reynosa
El Bravo es uno de los ríos más grandes de América del Norte, disputándose el cuarto o quinto lugar en tamaño. Adquirió este nombre y otras dos variantes, el del Norte y Grande, durante diferentes exploraciones que se llevaron a cabo por mar y tierra durante el siglo XVI. El río nace en las montañas de San Juan en el suroeste del Estado de Colorado en los Estados Unidos. Recorre en su trayecto 3,034 kilómetros antes de desembocar en el Golfo de México.
En su última parte hidrográfica vierten sus aguas perenes los ríos Salado, Álamo y San Juan, que descargan de poniente a oriente en el Bravo. A unos 240 km antes de su desembocadura en el Golfo de México, a la altura de la ciudad de Miguel Alemán en Tamaulipas y Roma en Texas, el curso se convierte en meándrico o sinuoso, para crear el segundo delta más grande en el Golfo de México, después del río Misisipi.
En tiempos antiguos existían dos períodos de inundación al año en el río. Su caudal se derramaba cubriendo una extensión de hasta 130 km en el litoral costero. En estas tierras del delta se encuentran los actuales sistemas de riego en ambos lados del río.
Para este río se tiene conocimiento de varios nombres en lenguas nativas de las culturas que habitaron en su entorno. Los indios pueblo de los Estados Unidos se referían a este río como “posogem” que significa río grande. Para los parlantes de la lengua comecrudo, que habitaron a lo largo del río entre Laredo y su desembocadura, utilizaron las palabras “atmahau´ pakma´t”, que significa río grande. Los indios, en las cercanías de Camargo que hablaban el cotoname, se referían al río como a’x kata´m (agua grande).
Las primeras expediciones marítimas españolas del siglo XVI lo mencionan como río de las Palmas, debido al boscaje de palmas que cubrían su planicie fluvial. Aunque diferentes expedicionarios lo bautizaron con otros nombres, siempre redundó en las variantes de los tres nombres en español: Río Grande Bravo del Norte. Durante la historia del río, el nombre en español fue utilizado con una, dos o las tres palabras juntas.
El primer nombre
El nombre de Río Bravo es el primero en aparecer en español y proviene de la elaboración de la cartografía del Golfo de México, de la información recabada durante los descubrimientos de la primera mitad del siglo XVI. Los datos que llegaban a Sevilla, España, en las bitácoras de barcos y documentos oficiales, fueron copiados para ser utilizados en la elaboración de mapas del Continente Americano por los cartógrafos europeos, interesados en el conocimiento del Nuevo Mundo.
Así quedaron plasmadas las expediciones del gobernador de Jamaica, Francisco de Garay (1519-1523), el naufragio de Pánfilo de Narváez y Alvar Núñez Cabeza de Vaca (1528-1536), la expedición de Hernando de Soto y Luis Moscoso Alvarado (1539-1543) o el naufragio de la flota de la Nueva España (1554). La evidencia está en la cartografía en un número de nomenclaturas que mencionaron los testimonios de los sobrevivientes que cruzaron este río de norte a sur; algunos en embarcaciones, otros a nado y otros caminando vadeando el río.
Una de las nomenclaturas reconocibles en la cartografía de esa época es la de los “Médanos de la Magdalena.” Este nombre aparece con diferentes variantes: de la mag. Médanos, R. de la Madalena, Médanos de La Magda Lena, Y. (Isla) de las Magdalein, etc. Este sitio se encuentra actualmente donde está el Puerto Mansfield, en la parte central de la Isla del Padre en Texas. En el lugar encallaron tres barcos de la flota de la Nueva España con cargamentos que llevaban oro para España en 1554. El lugar fue estudiado por los arqueólogos texanos a finales de los años 1960 y principios de 1970. La Isla del Padre se conoció en la cartografía como Isla de la Magdalena en los siglos XVII y XVIII.
En la delineación cartográfica del litoral costero aparece asociados a estos médanos lo que va a ser el río Bravo. Las variantes que se conocen en los diferentes mapas de la época son: Costa Brava, C. Bravo. R. Bravo, Río Bravo, R. Pravo, etc. La nomenclatura C. se utilizó para indicar la palabra “Cabo” (Bravo).
Los dibujantes o cartógrafos de la época en Europa no tenían una noción geográfica de la región por lo que era común alterar la secuencia de las nomenclaturas de un mapa a otro. En un solo mapa se incluye las palabras R. Pravo, R. Bravo y C. Bravo. Al pasar el tiempo, como fue llegando más información, se dibujó el interior del continente y la desembocadura del río, delineando su curso cada vez más largo hacia tierra firme.
En 1582, Luis Carbajal y de la Cueva dirige el primer intento por poblar desde el interior la desembocadura del río. Hasta esas fechas había existido varios intentos desde el mar. Alrededor de 30 soldados lo exploraron desde la Ciudad de León (Cueva de León), lo que es el actual Cerralvo. Desafortunadamente estos soldados no consideraron viable el establecimiento de un puerto en la desembocadura, quedando tan sólo sus testimonios en documentos del Archivo General de Indias en Sevilla, España. Quedó registrado que ya para entonces llevaba el nombre de río Bravo.
El segundo nombre
El segundo nombre, del Norte, proviene de la expedición al Nuevo México dirigida por Antonio de Espejo (1582-1583), quien seguía la ruta del río Conchos desde la Nueva Vizcaya. Su exploración llevó a una caravana, compuesta de 14 hombres y 115 animales de carga, hasta las adjuntas de ese río con el actual río Bravo. Es ahí, cuando Espejo le da el nombre de Río del Norte, en las inmediaciones de la actual Ojinaga, Chihuahua, y Presidio, Texas.
El tercer nombre
El tercer nombre, Grande, surge de la expedición de Juan de Oñate, quien había obtenido una Cédula Real de Felipe II para el poblamiento del Nuevo México. Fue durante el descubrimiento del famoso Paso del Norte, que Oñate le dio el nombre de Río Grande. Esto fue en mayo de 1598 en las inmediaciones de la actual frontera entre Cd. Juárez, Chihuahua, y el Paso, Texas.
En el siglo XVII, el río Bravo fue explorado por expedicionarios liderados por el francés René Robert Cavelier, Señor de la Salle, quien instaló una colonia francesa en la costa central de Texas. Fue la compra de la Luisiana a principios del siglo XIX, lo que impulsó a los Estados Unidos a delimitar su territorio en el río Bravo, pues la Salle había sido el explorador del río Misisipi y el creador de la Luisiana.
En 1848, el tratado de Guadalupe Hidalgo selló la epopeya empezada siglos antes, dejando al río como parte del límite internacional entre las dos naciones. Esto traería por vez primera la exploración y un trabajo cartográfico meticuloso del río por la Comisión de Límites de México y Estados Unidos, a partir del año 1853. El tratado de Guadalupe Hidalgo definía el uso de dos nombres, Río Grande y río Bravo (del Norte), para la misma línea fronteriza entre los dos países, la tercera más larga en el continente americano y la más transitada en el mundo.
Como dato curioso, el nombre de Bravo en los mapas del siglo XVI es muy probable que no se refería al caudal del río. La toponimia venía de los eventos registrados entre los indígenas y los exploradores españoles. En diferentes ocasiones estos últimos fueron confrontados por indios bravos que habitaban este río.

En 1589, la expedición de Juan de Oñate dio el nombre de Río Grande en la sección del Paso del Norte. Escultura en Alcalde, Nuevo México.

Segmento cartográfico del Golfo de México durante la primera parte del siglo XVI, donde se incluye las toponimias costa Brava, Médanos de la Magdalena y R. Prabo.
