Un mundo lleno de desafíos. Maternidad a edad temprana
El testimonio de Fabiola, quien se embarazó a los 16 años, puede ayudar a las jóvenes a pensar mejor las cosas
Señaló que tuvo que dejar su ciudad natal, Mante, para darle una vida mejor a su hija, llegó a Reynosa a casa de una tía, la cual la apoyó durante su embarazo y también después de dar a luz.
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A sus 17 años, Fabiola tuvo que cambiar sus libros por pañales y biberones de bebé, porque a su corta edad se embarazó del que era su novio, cambiándole por completo su vida.
Señaló que tuvo que dejar su ciudad natal, Mante, para darle una vida mejor a su hija, llegó a Reynosa a casa de una tía, la cual la apoyó durante su embarazo y también después de dar a luz.
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Ella, así como otras madres adolescentes, han tenido que dejar de estudiar para trabajar y tener dinero para los gastos que representa el comprar pañales, mamilas, leche, ropa y calzado, así como llevarlo al pediatra, a un bebé.
“Tuve miedo al principio que me enteré que estaba embarazada, pensé que no iba a ser una buena madre; mi tía me ha apoyado mucho en este cambio de vida que he sufrido”, dijo.
Pese a que contaba con el apoyo de sus padres, Fabiola decidió emigrar a esta ciudad para conseguir un empleo para poder sustentar los gastos de su hija.
Comentó que buscará terminar la preparatoria a través de un sistema abierto, pero cuando crezca más su bebé, porque por el momento no se puede alejar de ella, debido a que todavía le da pecho.
Fabiola mandó un mensaje para todas esas adolescentes que están empezando su vida sexual activa, a que se protejan, aunque no es lo adecuado empezar tan joven una vida sexual; y las que quieran o piensen embarazarse a temprana edad, las conminó a que no lo hagan, y a que disfruten primero su juventud, porque cambia todo con un hijo.
Para mí significa algo bonito ser madre, ahora tengo que hacer sacrificios para sacar adelante a mi bebé*. Fabiola, madre adolescente