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Un dolor de cabeza para Slim

Para la Fundación Slim, participar en la inversión de mil millones de dólares anunciada por el gobierno mexicano en agosto pasado para envasar en México la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca se ha convertido en un tema incómodo

Para la Fundación Slim, participar en la inversión de mil millones de dólares –anunciada por el gobierno mexicano en agosto pasado para envasar en México la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca– se ha convertido en un tema incómodo ante los retrasos en los que incurrió el laboratorio mexicano Liomont, los problemas legales que enfrenta en Argentina y la administración, bajo presión, de los lotes por parte del gobierno mexicano, que da prioridad a los donativos y préstamos.

Un dolor de cabeza para Slim

“Sin comentarios”, responden a la pregunta sobre los mecanismos de salida para la inversión que realizaron o sobre los tiempos de desinversión en el proyecto que preveía la fabricación de 200 millones de dosis a un ritmo de entre cuatro y seis lotes por semana.

En mayo pasado –con casi medio año de retraso– la Cofepris liberó las primeras vacunas envasadas en la planta del laboratorio Liomont, pero con la sustancia activa que se fabricó en Argentina: 800 mil dosis para ser enviadas de regreso al país sudamericano que esperaba desde hace meses 22.4 millones de vacunas.

El laboratorio mAbxience informó que tenía capacidad para producir mensualmente 18 millones de dosis de la sustancia activa. Por ello, el envasado en México era clave. Con inversiones propias, sin precisar si se concretó con el apoyo de la Fundación Slim, Liomont adaptó una planta inaugurada en 2019, adquirió equipo y adecuó muchas de sus instalaciones. Sin embargo, el proceso regulatorio y la escasez de insumo colapsaron su operación de envasado de la vacuna durante los primeros meses de 2021.

Mientras tanto, las secretarías de Relaciones Exteriores y de Salud confirmaron a finales de mayo que México recibió cargamentos de vacunas de AstraZeneca, pero envasadas en Estados Unidos. Ahora, pese a que Cofepris ha liberado cinco lotes de vacunas de AstraZeneca y parece que la línea de envasado ya no enfrenta obstáculos, el gobierno mexicano sigue recibiendo “donativos” del gobierno de Joe Biden de vacunas de laboratorios como Johnson & Johnson.

La alianza Liomont, Slim y AstraZeneca esperaba que esta vacuna, con pedidos por más de 77 millones de dosis, se convirtiera en la predominante para México y que las compras del gobierno federal la favorecieran, pero los retrasos cambiaron el escenario.



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