Tras su legalización, Canadá sufre de escasez de marihuana
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Trevor Tobin, uno de los propietarios del establecimiento en la localidad de Labrador City, en la provincia de Terranova y Labrador, dijo que no les han surtido marihuana desde hace diez días.
“Los productores afirman que habrá algunos baches en el camino; pero en este momento lo que hay no es un bache, sino un hoyo enorme”, afirmó.
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Su madre, la copropietaria Brenda Tobin, asegura que cuando indica a los clientes que no hay nada “muchos dicen ‘bueno... habrá que ir al mercado negro’”.
Con la legalización de la marihuana el 17 de octubre, Canadá se convirtió en el mercado nacional más grande del mundo para el cannabis de uso recreativo. Sin embargo, por ahora es una ventaja sólo en nombre.
Las primeras semanas han parecido más una apertura floja a causa de las pocas tiendas minoristas en funcionamiento y la enorme escasez de marihuana. No es que la producción sea insuficiente en el país, es la lentitud para la expedición de licencias a los productores, ante lo cual el gobierno federal comenzó a adoptar medidas para agilizar el proceso.
Las provincias se ocupan de las ventas y la mayoría de las regulaciones. Pero los reportes de todo el país son más bien desalentadores cuando se trata del suministro.
Quebec cerró sus tiendas gubernamentales tres días esta semana debido a la falta de marihuana y continuarán sin dar servicio de lunes a miércoles mientras se estabiliza la disponibilidad. La oficina de Licor y Loterías de Manitoba dijo que la escasez de productos podría durar al menos seis meses tanto en las tiendas físicas, como en las de internet.
Ontario, la provincia más poblada de Canadá, no tendrá tiendas abiertas antes de abril, debido a que el nuevo gobierno conservador continúa elaborando las regulaciones. Por su parte, la policía ha clausurado al menos 11 dispensarios ilegales en la provincia.
Los habitantes de Ontario que desean hacer compras legales han inundado la tienda gubernamental en línea. El sitio recibió por lo menos 150.000 pedidos en la primera semana, número que rebasa los pedidos de todas las demás provincias juntas, y la tienda ha sido incapaz de surtirlos todos.
Parte del problema de entrega se debe a una huelga de trabajadores de Canada Post, el servicio postal que se ocupa de entregar los pedidos de marihuana en línea, que son legales en todo el país.
Sin embargo, sólo existe una tienda minorista en Columbia Británica, la tercera provincia más poblada que históricamente ha cubierto gran parte de la oferta ilegal de marihuana de la nación.
En todo Canadá, la gente regresa al mercado negro y, algunos, nunca lo han dejado.
Corey Stone, gerente de 32 años de un restaurante y bar en Montreal, y su amigo fueron los primeros en hacer fila en una tienda gubernamental de cannabis en Quebec el 17 de octubre, pero no ha regresado debido a los problemas en la oferta y ha recurrido el mercado ilegal para comprar su marihuana.
En la capital de Ottawa, la tienda Ontario Capital Buds es una de las últimas abiertas desde que la mayoría de los dispensarios ilegales cerraron el 16 de octubre en la ciudad a fin de solicitar una licencia para su funcionamiento legal. El negocio del cannabis va para arriba y hace poco una sala de espera estaba llena a las 11 de la mañana en un día frío y nublado.
Blake Murchison, de 62 años, estaba entre los clientes sin que hubiera intentado visitar la tienda en línea del gobierno.
“¿Por qué? ¡Hay una huelga en el correo!”, dijo y sonrió. “No soy paciente. En realidad, es un asunto de conveniencia. O de inconveniencia”.
Devyn Stackhouse, de 30 años y estudiante en la Universidad Algonquin de Ottawa, visitó la página del gobierno el 17 de octubre e hizo dos pedidos de cinco porros preparados y un gramo de cada una de cuatro cepas de cannabis. Después de esperar la llegada de su pedido más de una semana, Stackhouse acudió a un dispensario ilegal.
“Si hubiera seriedad (del gobierno) para el acceso, seriedad para suprimir el mercado negro, se habrían asignado más recursos a la OCS (Tienda de Cannabis de Ontario)”, dijo Stackhouse en referencia al sitio digital.
En Terranova, el técnico Elwood White, de 25 años, visitó tres tiendas legales y encontró poca variedad. Dijo que la marihuana es más cara, pero de mejor calidad.
“Definitivamente tiene mejor efecto”, agregó.
Los minoristas privados y gubernamentales del cannabis dependen de productores autorizados para que les surtan los productos. Pero a la fecha, de 132 productores de marihuana a los que la agencia federal Health Canada otorgó licencias, sólo 78 tienen ventas autorizadas.
FSD Pharma Inc., un productor con sede en Otario, recibió licencia de cultivo hace un año, pero todavía espera su licencia para vender.
“Hay mucha demora en los trámites”, dijo el doctor Raza Bokhari, copresidente y director general interino de FSD Pharma. “Algunos obstáculos son innecesarios. Son una carga enorme”.
Muchos que consiguieron permiso de ventas son negocios chicos, dijo Cam Battley, alto ejecutivo de Aurora Cannabis Inc., uno de los productores a gran escala de Canadá.
Health Canada ha contratado a 300 empleados más para evaluar las solicitudes de los productores. Thierry Belair, portavoz del ministro de salud de Canadá, dijo que el gobierno ha agilizado el proceso de las licencias y la producción está en aumento.
“La puesta en marcha del nuevo régimen legal, que mejorará la protección de los canadienses, es un proceso, no un hecho aislado”, declaró Belair en un correo electrónico. “La demanda de algunos fenotipos podría ser más importante que la de otros, pero... confiamos en que la industria está bien posicionada para cubrir la oferta a medida que los consumidores transitan hacia el mercado legal”.
Los problemas no se hicieron esperar en los mercados financieros de Canadá. Las acciones de las compañías cannábicas, que habían aumentado de valor con la legalización, se han desplomado desde entonces.
Las acciones de Aurora perdieron aproximadamente la mitad de su valor desde su punto más alto de 15,16 dólares canadienses (11,68 dólares) la acción, pero Battley se mantiene optimista.
Reconoció que algunas compañías con ventas autorizadas han tenido tropiezos para que les lleguen los productos a las provincias en medio de una demanda que ha rebasado las expectativas. Sin embargo, Battley señaló que la alta demanda es un aspecto bueno y los clientes que obtuvieron lo que deseaban están satisfechos.
“Mucha gente está comprando cannabis insulso en bolsitas y quién sabe cómo fue cultivado”, agregó. “Una vez que tienen acceso al cannabis cultivado de manera profesional y a productos de valor agregado como porros preparados y cápsulas, quedan bastante satisfechos”.