Cometen ataque múltiple en Centro de Detención
Cuatro agresores reciben condenas por décadas, anuncia fiscal del Distrito Sur de Texas
En la imagen, el Centro de Detención donde se registraron los hechos.
LAREDO, Texas.- Cuatro pandilleros han sido sentenciados por su participación en un asalto en el Centro de Detención de Río Grande, anunció el fiscal federal, Nicholas J. Ganjei.
El ciudadano mexicano, José Regalado Solís, de 47 años; Rubén Salazar, de 52 años; Javier Contreras, de 48 años y Jesús Guadalupe Ortega, de 31, todos de Laredo, se declararon culpables el 24 de agosto de 2024 de conspiración para cometer agresión con resultado de lesiones corporales graves. Regalado Solís también se declaró culpable de conspiración para cometer agresión con arma mortal.
El juez federal de distrito, Keith P. Ellison, ha ordenado a Regalado-Solís cumplir un total de 144 meses en una prisión federal. Salazar y Contreras recibieron una sentencia de 60 meses cada uno, mientras que Ortega fue sentenciado a 72. En la audiencia, el tribunal consideró las declaraciones escritas de las víctimas, así como el testimonio ante el tribunal de una de ellas. Todos detallaron las extensas lesiones y los problemas médicos persistentes derivados de la agresión. Al dictar la sentencia, el juez Ellison señaló que, tras 26 años en el cargo, lo calificó como "El caso más grave de violencia pandillera en prisión que he visto"; también añadió que el caso justificaba una sentencia máxima, destacando la gravedad de las lesiones, la agresión no provocada y la motivación pandillera de los acusados que la incitó.
"Garantizar que los delincuentes se abstengan de conductas violentas mientras están bajo custodia es tan importante como garantizar que se abstengan de la violencia fuera de la prisión", dijo Ganjei. "Ojalá los acusados en este caso estén disfrutando de su tiempo en prisión porque acaban de ganarse muchos años más en la cárcel federal".
El 18 de agosto de 2023, las autoridades estaban procesando a nueve nuevos reclusos en la instalación.
Ortega se acercó a los reclusos recién llegados y les preguntó a qué pandilla pertenecían. Al escuchar sus respuestas, les ordenó que se alinearan contra la pared trasera de la unidad. Otros reclusos corrieron a sus literas y comenzaron a ponerse los zapatos. Regalado Solís sacó un "sándwich" de su litera y caminó hacia los nuevos reclusos. Salazar se alineó detrás de Regalado Solís, mientras que Javier Contreras se paró en una fila cercana de literas.
