Costosos desastres climáticos

Aunque 2022 no estuvo cerca de un récord de calor para los Estados Unidos, fue el tercer año más salvaje a nivel nacional, tanto en la cantidad de extremos que costaron mil millones de dólares como en el daño general de esas catástrofes climáticas, dijo la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en un informe emitido en la conferencia de la Sociedad Meteorológica Americana.

• DENVER, Colorado

Los costosos desastres meteorológicos siguieron lloviendo sobre Estados Unidos el año pasado, golpeando a la nación con 18 extremos climáticos que causaron al menos 1,000 millones de dólares en daños cada uno, por un total de más de $165,000 millones, calcularon el martes científicos climáticos federales.

Aunque 2022 no estuvo cerca de un récord de calor para los Estados Unidos, fue el tercer año más salvaje a nivel nacional, tanto en la cantidad de extremos que costaron mil millones de dólares como en el daño general de esas catástrofes climáticas, dijo la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en un informe emitido en la conferencia de la Sociedad Meteorológica Americana.

La cantidad, el costo y el número de muertes de los desastres climáticos de miles de millones de dólares constituyen una medida clave, ajustada a la inflación que la NOAA usa para ver qué tan mal se está volviendo el cambio climático causado por el hombre, condujeron a por lo menos 474 muertes.

“La gente está viendo los impactos de un sistema climático cambiante donde viven, trabajan y juegan regularmente”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, en una conferencia de prensa el martes, “Con un clima cambiante, abróchense el cinturón. Se esperan más eventos extremos”.

El huracán Ian, la sequía más costosa en una década y una tormenta de invierno, antes de Navidad, llevaron los daños del año pasado al nivel más alto desde 2017. Los únicos años más costosos fueron 2017, cuando azotaron los huracanes Harvey, Irma y María, y el desastroso 2005, cuando numerosos huracanes,  encabezados por Katrina, que azotó el sureste, dijeron meteorólogos federales. Los únicos años más ocupados por desastres de miles de millones de dólares fueron 2020 y 2021.

Ian fue el tercer huracán más costoso registrado en EE. UU., con $ 112,9 mil millones en daños, seguido de $ 22,2 mil millones en daños por una sequía en el oeste y medio oeste que detuvo el tráfico de barcazas en el río Mississippi , dijeron las autoridades. El total de $ 165 mil millones para 2022 ni siquiera incluye un total aún para la tormenta de invierno hace tres semanas, lo que podría acercarlo a $170 mil millones, dijeron las autoridades.

Más del 40% de los Estados Unidos continentales estuvo bajo condiciones oficiales de sequía durante 119 semanas consecutivas, un récord en los 22 años del monitor federal de sequía, superando fácilmente la marca anterior de 68 semanas consecutivas, dijo Spinrad. El país alcanzó su punto máximo con el 63% de la nación en sequía en 2022. Spinrad dijo que espera que la lluvia torrencial del río atmosférico en California brinde algo de alivio, pero no mucho.

“El cambio climático está sobrealimentando muchos de estos extremos que pueden conducir a desastres de miles de millones de dólares”, dijo Adam Smith, climatólogo y economista aplicado de la NOAA, quien calcula los desastres, actualizándolos para excluir la inflación. Dijo que más personas también están construyendo en peligro, a lo largo de costosas costas y ríos, y la falta de estándares de construcción sólidos también es un problema. Con una buena parte del desarrollo junto a la playa, la inflación inmobiliaria podría ser un pequeño factor localizado, dijo.

“Estados Unidos tiene algunos de los extremos meteorológicos y climáticos consistentemente más diversos e intensos que verá en muchas partes del mundo. Y tenemos una gran población que es vulnerable a estos extremos”, dijo Smith a The Associated Press. “Así que es realmente un desequilibrio en este momento”.

El cambio climático es un factor difícil de ignorar en los extremos, desde el calor mortal hasta las sequías y las inundaciones, dijeron Smith y otros funcionarios.

“El riesgo de eventos extremos está creciendo y están afectando a todos los rincones del mundo”, dijo la directora científica de la NOAA, Sarah Kapnick.

El problema es especialmente grave cuando se trata de calor peligroso, dijo la climatóloga de la NOAA Stephanie Herring, quien edita un estudio anual en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Estadounidense que calcula cuánto del clima extremo en los últimos años empeoró por el cambio climático .

“La investigación muestra que es probable que estos eventos de calor extremo también se conviertan en la nueva normalidad”, dijo Herring en la conferencia meteorológica.

Ha habido un aumento dramático en el tamaño y la cantidad de extremos súper costosos en los EE. UU. desde aproximadamente 2016, dijo Smith. En los últimos siete años, 121 desastres meteorológicos diferentes de miles de millones de dólares han causado más de $ 1 billón en daños y han matado a más de 5,000 personas.Esos años empequeñecen lo que sucedió en los años 80, 90 o 2000. Por ejemplo, en toda la década de 1990 hubo 55 desastres diferentes de miles de mdd que costaron un total de $313 mil millones y se cobraron 3062 vidas. “No es sólo uno, sino muchos, muchos tipos”. diferentes de extremos en gran parte del país”.

FUE EL QUINTO MÁS CALUROSO EN EL MUNDO

El grupo europeo de monitoreo del clima Copernicus publicó sus cálculos el martes, diciendo que 2022 fue el quinto más caluroso a nivel mundial y el segundo en Europa.

Las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos, que es lo que atrapa el calor para causar el calentamiento global, aumentaron un 1,3% en 2022, según un informe publicado el martes por Rhodium Group, un grupo de expertos. Eso es menos de lo que creció la economía. El aumento de las emisiones fue impulsado por los automóviles, camiones e industria, siendo la generación de energía eléctrica un poco menos contaminante.

Es el segundo año consecutivo, tanto después de que se aliviaron los bloqueos, que la contaminación de carbono estadounidense ha aumentado después de disminuciones bastante constantes durante varios años.