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Quedan migrantes a la deriva

La Patrulla Fronteriza deja a cientos de ellos en parada de autobús de San Diego

Migrantes descargan sus pertenencias de un autobús al llegar a una parada después de salir de un centro de trámites migratorios en San Diego.Quedan migrantes a la deriva

San Diego, California

Cientos de migrantes fueron dejados en una parada de autobús de San Diego en lugar de en un centro de recepción que había estado sirviendo como base de operaciones porque éste se quedó sin financiación local antes de lo previsto.

Esto muestra cómo incluso la ciudad más grande de la frontera sur de Estados Unidos está batallando para hacer frente a la afluencia sin precedentes de personas.

Los migrantes, que antes disponían de un lugar seguro para cargar sus teléfonos, ir al baño, comer y organizar su viaje a otro punto de Estados Unidos, ahora se quedaron en la calle, ante lo cual grupos de apoyo a migrantes se apresuraron a ayudar lo mejor que pudieron con medidas improvisadas.

Autobuses de la Patrulla Fronteriza que transportaban a personas procedentes de Senegal, China, Ecuador, Guatemala y muchos otros países llegaron al exterior de una estación de tránsito. 

Grupos de apoyo a migrantes les informaron que desde allí serían transportados en autobús a un estacionamiento, donde podrían cargar sus teléfonos y conseguir que les llevaran al aeropuerto. La gran mayoría tenía previsto pasar sólo unas horas en San Diego antes de tomar un vuelo o de que alguien los recogiera.

SOLO DE PASO

“¿Estamos en San Diego?”, preguntó Gabriel Guzmán, de 30 años, un pintor de la República Dominicana que fue liberado tras cruzar la frontera el jueves a través de un remoto paraje montañoso. 

Le dijeron que compareciera en junio ante un tribunal de migración de Boston, donde tiene la esperanza de ganar dinero para enviárselo a sus tres hijos.

Abd Boudeah, de Mauritania, voló a Tijuana, México, a través de Nicaragua, y siguió a otros migrantes hasta una brecha en el muro fronterizo, donde se entregó a los agentes el jueves tras caminar unas ocho horas. 

El exestudiante de ingeniería molecular dijo que huía de la persecución por ser gay y planea establecerse en Chicago con un primo que lleva 20 años en Estados Unidos. “He soñado mucho con este (momento), y gracias a Dios estoy aquí”, dijo Boudeah, de 23 años, en un inglés impecable.

Los voluntarios dieron instrucciones en inglés, español y francés a pequeños grupos, todos ellos hombres y mujeres solteros. Utilizaron aplicaciones de traducción para otros idiomas.

“Vamos a cruzar la calle juntos y a ponernos en fila”, dijo un voluntario a su teléfono, que lo tradujo al hindi para un grupo de hombres de India.

“Cansado del camino”, dijo en ruso Alikan Rdiyer, un kazajo de 31 años, mientras aguardaba instrucciones para dárselas a un amigo de Los Ángeles que iba a recogerle. La Patrulla Fronteriza le dio un aviso para comparecer ante un tribunal de inmigración en agosto de 2025 en Filadelfia, una ciudad de la que no había oído hablar.

SIN SERVICIOS

El estacionamiento del centro de tránsito estaba lleno de coches, por lo que los migrantes no tenían dónde estar, y no había baños públicos. 

Un taxista ofreció un viaje al aeropuerto internacional de San Diego por 100 dólares, el doble de lo que cobraban las aplicaciones de viajes compartidos. 

Algunos migrantes se dispersaron por el vecindario cuando los voluntarios no lograron contactarlos para darles instrucciones de que aguardaran en la acera.


PAUSA OBLIGADA

Nora Vargas, presidenta de la junta de supervisores del condado San Diego, respaldó firmemente el centro de acogida para migrantes, pero dijo que el condado tuvo que hacer una pausa en los gastos mientras evalúa los daños por las catastróficas inundaciones de enero y aborda el problema de las personas sin hogar y la falta de atención sanitaria entre sus residentes. “Tenemos que ser prudentes desde el punto de vista financiero”, señaló.

SBCS, que ha sido objeto de duras críticas por parte de algunos grupos de defensa de los migrantes, dijo al condado que sus servicios cuestan 1,4 millones de dólares al mes, señaló la portavoz Margie Newman Tsay. El condado le pidió que se propusiera reducirlos a 1 millón de dólares.

“No es que los fondos se agotaran antes de tiempo, es que los fondos se estiraron al máximo”, comentó Newman Tsay.

SIN RECURSOS

- La petición de emergencia de el condado San Diego le ha dado 6 millones de dólares desde octubre a SBCS, una organización sin ánimo de lucro antes conocida como South Bay Community Services, con el fin de que proporcione estaciones de carga de teléfonos, alimentos, asesoramiento sobre viajes y otros servicios en una ex escuela primaria. 

- El grupo quería mantenerla abierta hasta marzo, pero el jueves fue su último día.

- El de San Diego es uno de los muchos gobiernos locales —incluidos los de la ciudad de Nueva York, Chicago y Denver— que han pasado apuros para ayudar a los migrantes sin sacrificar servicios clave. 

- Al igual que en otras ciudades fronterizas, los migrantes suelen permanecer en San Diego menos de un día antes de marcharse, pero albergues de gran tamaño gestionados por Jewish Family Service y Catholic Charities llevan meses llenos y dan prioridad a las familias.