Reynosa

Teme que liberen a esposo y vuelva a darle más golpes

Una obrera golpeada por su esposo, quien fue detenido por esa causa, solicita a las autoridades que procedan con todo el rigor de la ley en contra de su pareja y que no lo dejen en libertad, ya que teme que éste pueda causarle un daño aún más grave a ella y a sus hijos.
  • Por: Rodolfo Sol
  • 09 / Febrero / 2015 -
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Teme que liberena esposo y vuelvaa darle más golpes

DETENIDO. Noé Isaac Meléndez García fue turnado ante la Fiscalía Especializada en la Protección de la Familia por agraviar a su esposa.

Ana Gabriela González Leyva, de 32 años, quien reside en la colonia Bugambilias, comentó que el pasado viernes sus hijos llamaron a la Policía Estatal al ver que Noé Isaac Meléndez García, de 31 años, nuevamente la estaba agrediendo.

VÍCTIMA. La mujer agraviada por su esposo pide el apoyo de las autoridades y castigo legal contra su cónyuge.

Dijo que al ser detenido su esposo, ella acudió ante la Agencia del Ministerio Público Especializada en la Protección de la Familia para presentar y ratificar una denuncia penal en contra de éste por el delito de violencia familiar, ya que son reiteradas, “casi del diario”, las agresiones de que Meléndez García la hace objeto.

Entre otras formas de agresión, la mujer describió que el detenido la golpea con los puños en el tórax y la jalonea del cabello, además de darle de latigazos en la piernas con un cable de electricidad.

González Leyva reveló: “siempre lo hace delante de nuestros hijos, sin importarle sus súplicas para que deje de golpearme y amenazarme de muerte”.

TODO EL PESO DE LA LEY

Ese trato violento dijo haber denunciado pormenorizadamente ante las autoridades ministeriales, a quienes les solicitó que procedan “con todo el peso de la ley” en contra de Meléndez García antes de que la haga víctima de una agresión más drástica, al igual que a sus hijos por haberlo denunciado. 

Recalcó que no está dispuesta a seguir sufriendo esa situación, por lo que pidió ayuda a las autoridades para que lo obliguen a que se vaya del domicilio conyugal cuando salga en libertad, “para que me deje de agredir, para que ya no afecte a mis hijos que le tienen miedo en lugar de respeto y amor”.

Destacó que Meléndez García no aporta para el gasto de la casa y la manutención de sus cuatro hijos, agregando que todo el dinero que su cónyuge gana vendiendo churros en la zona roja se lo gasta en bebidas embriagantes.

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