
El juez mandó sacar de la prisión al centinela Damásio Gallegos, quien había dejado libres a los reos por descuido. Él declaró que era falsa la acusación que le hacían los reos, que, aunque se le fueron, él no había causado la fuga

Se llevó a los detenidos ante el juzgado donde se les recibió el juramento por lo que se les pidió hacer la señal de la cruz ante dios, prometiendo decir verdad en lo que supieren y les fuere preguntado