Sus ojos son leyenda
Gabriel Figueroa fue el cinefotógrafo que mostró a México ante el mundo; hace 110 años nació una de las máximas figuras de la Época de Oro del cine mexicano
Ciudad de México.- A 110 años de su natalicio y casi dos décadas de su muerte, Gabriel Figueroa fue el cinefotógrafo que, a través de sus imágenes, mostró a México ante el mundo y se convirtió en uno de los mejores de todos los tiempos.
“Estoy seguro de que si algún mérito tengo, es saber servirme de mis ojos, que conducen a las cámaras en la tarea de aprisionar no sólo los colores, las luces y las sombras, sino el movimiento que es la vida”, expresó Figueroa en 1971 al recibir el Premio Nacional de las Artes.
Destacó por la meticulosa tarea de balancear el claroscuro en sus tomas, mismo que se convirtió en una de las señas particulares de su estilo, así como el retratar magueyes y nubes sobre los volcanes.
Fue una de las más grandes figuras de la llamada Época de Oro del cine mexicano al fotografiar películas como “Los olvidados” (1950), de Luis Buñuel; “Río escondido” (1947), de Emilio Fernández; “La escondida” (1955), de Roberto Gavaldón y “Enamorada” (1946), de Emilio “Indio” Fernández.
Incluso, por algunas de ellas ganó el premio mexicano Ariel en 16 ocasiones y fue candidato al premio Óscar a la Mejor Fotografía por “La noche de la iguana”, en 1964.
Trabajó con los mejores directores mexicanos de la época: Emilio “Indio” Fernández, Luis Buñuel y Roberto Gavaldón. En Hollywood laboró para John Ford y John Huston, pero fueron Alex Phillips (Cielito lindo, 1936; Tizoc, 1958) y Gregg Toland (Ciudadano Kane, 1941) sus mejores maestros.
En su autobiografía “Mi último suspiro”, Luis Buñuel relata que para la película “Nazarín” (1958), Gabriel Figueroa “había preparado un encuadre estéticamente irreprochable, con el Popocatépetl al fondo y las inevitables nubes blancas. Lo que hice fue, simplemente, dar media vuelta a la cámara para encuadrar un paisaje trivial, pero que me parecía más verdadero, más próximo”.
“Los ambiciosos" (1959), "La joven" (1960), "El ángel exterminador" (1962) y "Simón del desierto" (1964-1965), fueron otros trabajos fílmicos que hicieron en mancuerna.
SU TRAYECTORIA
Gabriel Figueroa Mateos nació el 24 de abril de 1907 en la Ciudad de México. A muy corta edad quedó huérfano y estudió la preparatoria en el Colegio de San Idelfonso, pintura en la Academia de San Carlos y música en el Conservatorio Nacional, aunque no concluyó estas dos éstas últimas.
A los 16 años se inclinó por la fotografía y cuatro años después ya estaba trabajando en ella a través de un estudio fotográfico. También se preparó en artes plásticas observando la perspectiva de los muralistas mexicanos.
Su primer trabajo profesional en cine ocurrió en 1933 en tomas fijas mediante el filme “Revolución”, de Miguel Contreras Torres. Después lo hizo en “Enemigos”, “La sombra de Pancho Villa”. También sobresalió como iluminador, operador de cámara y fotógrafo suplente.
En 1936 llegó su primera gran oportunidad. Se trató de “Allá en el rancho grande”, de Fernando Fuentes y con la que consiguió un premio en la Muestra Internacional de Cine de Venecia.
Para 1943, su estilo ya estaba definido y lo plasmó en “Flor silvestre” con Dolores del Río y Pedro Armendáriz. Fue la primera de 24 cintas que realizó bajo la dirección de “Emilio “Indio” Fernández y entre todos formaron un equipo aunada María Félix.
El grupo fue completado por el guionista Mauricio Magdaleno, la editora Gloria Schoemann, con la escenografía de Manuel Fontanals y Armando Váldes Peza como vestuarista, mientras que Francisco Domínguez y Antonio Díaz Conde en la música.
A decir de los críticos de cine, “se apropiaron del férreo discurso nacionalista, creando una retórica visual que fue el centro de un cine que santificaba a los próceres, elogiaba a la patria y hacía gala al machismo rampante”.
GLOBO DE ORO
Dos años después, retrató “La perla”, de Emilio “Indio” Fernández. Fue la primera en ser galardonada con un Globo de Oro. Además, mereció tres premios internacionales de fotografía en la Muestra de Venecia (1948), el festival de Madrid (1949) y el Golden Globe de los Hollywood Foreing Corres-pondents (1949).
Un legado de clásicos
>De acuerdo con su página oficial en Internet: www.gabrielfigueroa.com, su filmografía incluye unos 235 títulos, entre largometrajes y documentales, entre los que destacan:
>“Bugambilia”, “Enamorada”, “La perla”, “Río escondido”, “Pueblerina”, “Los olvidados”, “Víctimas del pecado”, “El rebozo de Soledad”, “Cuando levanta la niebla”, “El niño y la niebla”, “La escondida”, “Nazarín”, “Kelly’s heroes”, “María” y “El señor de Osanto”.
>En 1983 hizo su última película: “Bajo el volcán”, de John Huston.
>Tras recibir en los últimos meses múltiples homenajes y luego de una operación para corregir una de sus arterias, el 27 de abril de 1997, a los 90 años, Gabriel Figueroa falleció en Ciudad de México.

MACARIO

MARÍA CANDELARIA

RÍO ESCONDIDO

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