Surge moderno ‘Escuadrón de la Muerte’

Reynosa, Tam.- Pese a las constantes declaraciones de autoridades del ramo respecto a que se combate con todos los recursos humanos, técnicos y digitales el delito de extorsión telefónica, los maleantes especializados en esta modalidad delictiva continúan actuando con total impunidad, victimizando a muchas personas que caen en sus redes.

Como muestra un botón: El pasado lunes, un hombre desconocido que se hacía pasar como integrante de una agrupación delictiva, llamó por teléfono a un empresario, a quien bajo amenazas de muerte y hacer daño a su familia le exigía la entrega de mil dólares.

Venciendo su temor, la víctima trató de investigar al respecto y fingió una supuesta negociación, regateando una disminución en la “cuota” de mil dólares.

“Yo no tengo esa cantidad”, dijo al extorsionador, y éste le preguntó con cuánto contaba.

“Solamente 200 dólares”, respondió, y el maleante de inmediato aceptó ordenándole que los depositara en una cuenta bancaria, cuyo número le proporcionó a la víctima, así como el nombre del propietario de dicha cuenta.

Conforme, a todas luces satisfecho por haber logrado intimidar a su supuesta víctima, el extorsionador bajó un poco el tono amenazante de su voz mientras dictaba número por número la cuenta.

Sin embargo, antes de colgar el extorsionador advirtió al agraviado que no denunciara los hechos a las autoridades porque tomaría represalias en su contra.

El denunciante dijo esperar que en esta ocasión las autoridades competentes si realicen una investigación a fondo y den con la pista para proceder penalmente contra quienes estén detrás de esa llamada de extorsión.

No obstante que el empresario afectado está convencido de que los extorsionadores telefónicos no cuentan con estructura operativa para hacer cumplir sus amenazas, de todos modos dejaron en él una secuela de temor que lo orilla a tomar todo tipo de precauciones tanto en el interior de su domicilio, como al salir a la calle.

Este caso es sumamente ilustrativo del daño psicológico y emocional que causan los extorsionadores telefónicos a sus víctimas.

Muchas personas caen en el embuste y depositan en cuentas bancarias el dinero que les exigen los extorsionadores utilizando una gran variedad de artimañas y amenazas, principalmente la de darle un “levantón” a la víctima, a sus hijos, cónyuge o demás familiares.

Es común que las autoridades inician una carpeta de investigación y ahí quede el asunto, pues en casos similares denunciados no se han reportado avances, ni mucho menos la detención de cuando menos uno de los numerosos extorsionadores telefónicos.

De continuar esa mecánica en el accionar de las autoridades competentes, la extorsión telefónica continuará flagelando a los reynosenses y generará mayor impunidad.