Viviendo con el enemigo

Vives y duermes entre los principales causantes de alergias en las personas. Los desechos de los ácaros del polvo ocasionan malestares cuando se sacude un cojín, una almohada o sacuden las sábanas de la cama.

Los ácaros de polvo ocasionan en los individuos estornudos, congestión nasal, picazón de la garganta y hasta de oídos, tos, inflamación de los párpados, así como silbidos al respirar.

Los síntomas pueden ser controlados con medicamentos recetados por un médico especialista, que designa ingerir antihistamínicos, descongestionantes, atomizadores nasales o gotas para los ojos.

Los ácaros de polvo viven en lugares cálidos con altos niveles de humedad y en cosas hechas de tela como pueden ser los muebles tapizados, alfombras, tapetes, cortinas, peluches, colchones y almohadas, éstos últimos siendo los principales en donde se albergan porque se alimentan de las células muertas de la piel.

Este alérgeno no se puede eliminar de la vivienda, pero sí se puede controlar para evitar que la afectación sea constante. Entre las acciones que pueden realizarse son retirar y proteger las cosas que acumulen polvo, cambiar las alfombras y tapetes por lavables, limitar la cantidad de muebles, y aspirarlos una vez por semana, las cortinas cambiarlas periódicamente, los peluches meterlos en bolsas, utilice ropa de cama antialérgico, lavar la ropa de cama como son sábanas, mantas, cubrecamas, edredones y colchas de plumas con agua caliente una vez por semana, limpiar a diario, evite dejar flores deshidratadas,  lavar las persianas y abanicos de techo con frecuencia, utilizar mascarilla cuando realice las labores del hogar, utilizar paño húmedo para retirar el polvo de los equipos y muebles, utilizar aspiradora cuando se limpie.