Impacta en educación la buena alimentación

Con el regreso a clases para el ciclo 2017-2018, los especialistas en nutrición insisten en que cada retorno a las aulas, es una nueva oportunidad para maestros, personal administrativo y sobre todo padres de familia y encargados de los comedores escolares, para rectificar los hábitos alimenticios que han llevado a la población infantil de México a ocupar los primeros lugares a nivel mundial en temas de obesidad.

De acuerdo a estos datos y a la nutrióloga Andrea Nevárez Viramontes, entrevistada en especial para CIENCIA MÉDICA, una alimentación sana y balanceada durante la formación académica ayudará no sólo a reducir los problemas de salud que ocasionan la obesidad y el sobrepeso, sino que también  influirá significativamente el rendimiento, tanto físico como mental de los estudiantes.

Aseguró que aquellos menores que son mal alimentados son propensos a tener dificultad de aprendizaje y problemas de actitud, que se ven reflejados en irritabilidad, agresividad, dificultad de comprensión y falta de interés.

OBSTÁCULOS

Nevárez Viramontes explicó que el principal enemigo se encuentra en el mismo hogar, ya que muchas de las familias mexicanas no tienen la cultura de la sana alimentación, por lo que tratar a estudiantes con problemas de obesidad se vuelve una tarea difícil. 

“Es complicado tratar a pacientes con problemas de sobre peso por el hecho de que a lo largo de su vida han visto con normalidad consumir grandes cantidades de comida procesada, frita, alta en azúcares y carente de frutas y verduras, lo que hace que al inicio del tratamiento sea más difícil ingerir los alimentos que recomendamos como nutricionistas. El principal objetivo cuando se presentan pacientes con estos padecimientos es combatir las raíces familiares y lograr que sean todos los integrantes los que trabajen también en modificar sus hábitos”, dijo.

Refirió que, además de los problemas de aprendizaje, retención, atención y concentración que se presentan, el no tener una buena alimentación puede verse reflejado también en los niveles de crecimiento y los menores pueden no llegar a alcanzar la estatura indicada.

RECOMENDACIONES

“Es indispensable que durante la edad infantil y adolescente se ingieran los nutrientes básicos e indispensables que requiere el organismo, ya que de esto depende el rendimiento físico y mental  e igualmente la energía que produce el cuerpo para realizar las actividades diarias”, manifestó la nutrióloga.

Para que esto suceda, recomendó obtener las vitaminas más esenciales que se encuentran en alimentos al alcance de toda la población.

Los números hablan

En relación a la problemática de este problema de salud los números no mienten y se ven reflejados en las cifras que arroja la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) durante el 2016:

ENTRE 5 Y 11 AÑOS

Tres de cada 10 menores padecen sobrepeso u obesidad, es decir que hay una prevalencia combinada del 33.2%. Del 2012 a esta última medición la reducción más significativa ha sido en los niños varones con sobrepeso.

Durante el año pasado se ha observado un incremento progresivo en la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en zonas rurales en menores de ambos sexos.

ENTRE 12 Y 19 AÑOS

Casi 4 de cada 10 adolescentes presenta sobrepeso u obesidad con una prevalencia combinada de 36.3% cuando en 2012, esta cifra era del 34.9%.

La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en mujeres adolescentes fue de 39.2%.

En hombres adolescentes se presenta una reducción, de 34.1% a 33.5% en prevalencia combinada.

¿Dónde están?

• VITAMINA A - Se encuentra en lácteos, en verduras como la zanahoria, el brócoli y las espinacas; en frutas como el melón y el mango. Esta vitamina se caracteriza por considerarse un antioxidante, es anti-cancerígena y ayuda a retrasar el envejecimiento. Además brinda muchos beneficios a aquellos que recurrentemente se exponen a los rayos del sol y radiaciones del medio ambiente. 

• VITAMINA C - Sirve para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades vitales como la gripe o simples resfriados que de no atenderse se pueden complicar. Esta vitamina se encuentra en casi todos los cítricos como limón, naranja, toronja, etc.

• VITAMINA B12 - Ayuda mucho a que los infantes produzcan más glóbulos rojos que son los encargados de hacer correr mejor el torrente sanguíneo, además es una vitamina esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso, y para la formación de la sangre y de varias proteínas y se encuentra en pescados, lácteos, carnes rojas y huevo.

• VITAMINA D - Ideal para que los infantes puedan absorber el calcio ya que la deficiencia de esta vitamina puede ocasionar problemas en los huesos. Se puede consumir en alimentos como el pescado, el huevo, la leche y el hígado.

• VITAMINA K - Esta se encuentra de forma natural en las plantas, especialmente en los vegetales verdes, va directamente al hígado y ayuda a mantener saludable la coagulación de la sangre, es decir que favorecerá a evitar todo tipo de hemorragias.

• Y finalmente recomendó el consumo de los macro-nutrientes, que los conforman los carbohidratos, grasas y proteínas, además de Hierro y aceites vegetales como el oléico y linoléico que se encuentra principalmente en el aguacate y el olivo.