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Charrería, símbolo de nuestra mexicanidad

Desde la llegada de los españoles, la unión entre hombres de campo y caballos ha sido un tradición que se mantiene y da forma expresiones artísticas

Considerada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la Charrería es para los mexicanos la representación de nuestro nacionalismo, fusión de dos culturas que ha echado raíces profundas en nuestra Patria desde tiempos de la Conquista.

Charrería, símbolo de nuestra mexicanidad

Ya en época de la Colonia, surge la figura del charro mexicano casi a la par del origen de las haciendas.

Durante la Colonia existía un reglamento que prohibía a indios y mestizos montar a caballo, sin embargo eran estos los encargados en las haciendas de domar estas bestias salvajes y tener el control del ganado en tiempos en que no se delimitaban los terrenos haciendo necesaria la modificación de ese reglamento por parte de los amos, dueños y señores de las mencionadas haciendas

Estos trabajadores fueron creando lazos entre sí de tal manera que el acto de herrar al ganado se convirtió en una celebración en la que los jinetes más experimentados hacían gala de sus habilidades en la monta y con el lazo, fueron estas reuniones las que atrajeron a los hacendados haciéndose partícipes de lo que más adelante se llamarían suertes, jaripeo y charrería.

Fue también así como surgen las figuras del Chinaco, después al ser partícipes de la defensa de las tierras contra las invasiones de los indios fueron llamados Cuerudos por su vestimenta de ante que con forro de piel de borrego les protegía de las flechas, más tarde, durante el Porfiriato, participaron en los Desfiles del 5 de Mayo y del 16 de Septiembre como parte de las Fuerzas Armadas de México.

Durante la gesta de la Revolución Mexicana, desaparece la mayoría de las haciendas y las que sobreviven se ven muy dañadas, es en la época posrevolucionaria que la nostalgia de antiguos hacendados, caporales y jinetes por las faenas realizadas en el campo les lleva a crear las Asociaciones de Charros y los Lienzos que existen hasta nuestros días.

Se han escrito tomos enteros de enciclopedias dedicadas al tema por lo extenso que es ya que abarca no solo las suertes ejecutadas por los charros y las escaramuzas (llamadas también Adelitas por su valentía y gran capacidad de coordinación de manejo del equino) sino de la vestimenta de los participantes, el reglamento que respetuosamente llevan los asociados, la tradición que se preserva entre las familias integrantes en que atestiguamos que desde pequeños son iniciados en este deporte/espectáculo/manifestación cultural de nuestra mexicanidad.

Casi en todas las entidades de nuestra Nación se encuentran los lienzos charros en los que las Asociaciones de estos presentan las suertes que cuentan con la aceptación popular debido a que las habilidades y destrezas que los participantes en los torneos demuestran solo pueden ser adquiridas a través de un entrenamiento riguroso y que además requieren de una voluntad férrea y un compromiso de ética y moral respetando un reglamento que comprende el enaltecimiento de los valores familiares, cívicos y culturales lo cual viene a brindar a nuestra comunidad hombres, mujeres y niños ejemplares dignos de admiración y respeto. 

En nuestra región, particularmente en Reynosa, la Charrería emergió en los años 50’s siendo en 1960 el año en que se fundó la Asociación Norteña de Charros, A.C. de la que actualmente es presidente José Adolfo Venegas Hernandez, quien amablemente compartió con quien esto escribe sus conocimientos y experiencia en relación con lo aquí descrito y a quien se agradece profundamente su generosidad al hacernos partícipes de la pasión que representa este deporte que además ha sido tema de poetas, pintores, músicos, historiadores, artesanos girando alrededor de esta expresión artística y cultural tradiciones y raíces heredadas de nuestros ancestros.

Venegas Hernandez nos comenta que en Reynosa existen cuatro asociaciones que albergan a seis equipos equipos charros y cuatro escaramuzas que practican activamente este deporte atrayendo el entusiasmo y la amplia aceptación de la comunidad que está al pendiente de sus presentaciones en los lienzos y las competencias con Asociaciones hermanas.

Considerada como reserva del Ejército Nacional en la rama de Caballería, la Charrería a través de sus asociados ha dado muestra cabal de compromiso y valentía en gestas heroicas en que ha participado gracias a la disciplina que conlleva ser charro ya que se ve obligado este a observar normas y reglas adicionales al deporte, en donde todo, absolutamente todo, está rigurosamente reglamentado desde el desfile inaugural del evento acompañado de las notas de la Marcha Zacatecas, Himno de esta disciplina, hasta la Oración, el orden de las suertes en que los jueces toman en cuenta hasta el más mínimo detalle para la evaluación de cada participante.

Narrar el arte de la Charrería nos lleva por caminos insospechados de nuestra historia, desde el México campirano que envolvía en sus atardeceres las reuniones de caporales y vaqueros que después de la labor cotidiana creaba suertes en que se retaban unos a otros para demostrar sus destrezas en el manejo de los caballos y el ganado así como el de los piales hasta el día de hoy en que se resumen esas experiencias de nuestros antepasados en cada charreada a la que nos invitan las Asociaciones correspondientes a fin de preservar esta tradición tan nuestra.



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