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Soportan la onda polar con fogatas

Más de 3,500 extranjeros padecen temperaturas de hasta 4 grados centígrados bajo cero

Refugiados en el calor que emanan las fogatas donde se hacen los alimentos, los más de tres mil 500 migrantes que en Reynosa ocupan la Plaza de la República, sobrellevan la temporada de bajas temperaturas, que han alcanzado sensaciones térmicas de hasta -4 grados centígrados.

Las familias se refugian entre las fogatas, donde hacen la comida, algunos llevan más de seis meses esperando asilo en Estados Unidos.Soportan la onda polar con fogatas

Los más afectados con la onda gélida, son los bebés, quienes deben permanecer entre casas de campaña cubiertas de plástico. 

“Yo creo que a nadie le gustaría vivir así, pero nosotros entendemos que ahorita los albergues están saturados y que debemos esperarnos, en mi caso salí de Honduras por amenazas, estaba embaraza, mi bebé nació aquí en México, con este frío no queda otra más que taparse, estar en la casa de campaña, afortunadamente la gente nos ha donado ropa”, comentó María, una migrante acampada en la plaza. 

El frío que inició desde el pasado jueves y que se prolongará todo este fin de semana es una situación atípica para la mayoría de extranjeros, debido a que en sus países natales, el termómetro no suele descender a 2 o 3 grados

“Es primera vez que experimentamos un frío que cala hasta el hueso, en El Salvador con una chaqueta ligera basta, pero aquí, tengo tres suéteres y no es suficiente, llegue hace seis meses con mis hijos, lo único que queremos es cruzar a Estados Unidos, afortunadamente las fogatas que hacen los compañeros nos ayudan, sobre todo en las noches, pero se que hubo compañeros que no pudieron dormir”, señaló Daisy, migrante salvadoreña. 

Las fogatas se observa en los alrededores de la plaza, a donde arriban asociaciones civiles para entregar donativos que van desde alimentos, ropa y zapatos. 

“La verdad es que no tenemos más que agradecimiento con la gente de Reynosa porque nos han apoyado mucho, nos traen ropa, comida,  bebidas, hasta juegos para los niños, aquí ya pasamos navidad, año nuevo, siempre son buenos con nosotros”, expresó.

En marzo, se cumplirá el primer año desde la creación del campamento migratorio.

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Las casas de campaña se cubren con plásticos, cobijas y cartones, para aislar el calor. 



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