Sólo el arrojo de Carlos Cantú pudo fundar Villa de Reynosa

¿Y Escandón? >Los datos que arroja la crónica del diario en cuestión confirman claramente que la comitiva colonizadora solidarizada por José de Escandón y fray Simón del Hierro se hallaba en tránsito a mitad de camino entre los ríos San Juan y el Conchas, mientras que el capitán Carlos Cantú formalizaba y redactaba los Autos de Fundación del 14 de marzo de la primera villa Nuestra Señora de Guadalupe de Reynosa (actual Díaz Ordaz). >La villa quedó geográficamente situada en uno de los meandros del río Bravo expuesta a las inundaciones anuales.

En 1749, dos días después de su arribo al Llano de las Flores en la parte baja del río San Juan, José de Escandón y los frailes del Colegio de Zacatecas formalizaron la fundación de la villa Santa Ana de Camargo el 5 de marzo de 1749. En el diario del fraile zacatecano Fray Simón del Hierro mencionaba al capitán Carlos Cantúm [sic Cantú] tratando de poner otra población aproximadamente a unas 12 [sic 10] leguas o 41 kilómetros río abajo en unas lagunas que según él tenían agua hasta para regar las milpas. Sin embargo, al momento de llevar a las familias a buscar un paraje adecuado, se encontraron con las lagunas sin agua, por lo que tuvieron que replegarse cerca de las márgenes del río Bravo. Fray Simón del Hierro auguraba el desastre de la primera villa de Reynosa: “Esto no sé yo qué forma tenga, porque aun sólo un rancho de cabras puede estar allí a la contingencia de perecer en una creciente, por lo colgado de la tierra. Y aun para el común gasto del agua estará cualquier población trabajosa, pues, aunque esté en la orilla del río, no podrá estar muy cerca”. 

FRICCIONES

Es muy probable que ni Del Hierro ni Escandón hayan visitado a las familias que estaban en las márgenes del río Bravo con el capitán Cantú ese año de 1749. A pesar de los roces entre Escandón y el fraile que se oponía a cederle misioneros para esta villa sin la autorización del Discretorio del Colegio de Zacatecas, se otorgó la anuencia para el establecimiento del improvisado asentamiento. 

Mientras tanto, el presidente Fray Joaquín Márquez se hizo cargo de la feligresía desde Camargo. Basados en documentos de años posteriores, podemos afirmar que fray Agustín Fragoso se encargó definitivamente de la feligresía de la villa y de sus indígenas unos meses después, durante ese verano.

ESCANDÓN ESTABA LEJOS

CUANDO CANTÚ FUNDABA

El día 10 de marzo en la tarde, Escandón reunió a los pobladores de Camargo para animarlos con largos razonamientos sobre nobleza, posibles tierras, riquezas, sal, mucho pescado, trigo y maíz, para retirarse del nuevo asentamiento, sin aparentemente haber visitado la otra población río abajo. Los datos que arroja la crónica del diario en cuestión confirman claramente que la comitiva colonizadora solidarizada por José de Escandón y fray Simón del Hierro se hallaba en tránsito a mitad de camino entre los ríos San Juan y el Conchas, mientras que el capitán Carlos Cantú formalizaba y redactaba los Autos de Fundación del 14 de marzo de la primera villa Nuestra Señora de Guadalupe de Reynosa (actual Díaz Ordaz). Documento hasta ahora sólo conocido por referencias dadas en escritos posteriores a su fundación.

Según el primer padrón de pobladores levantado el 9 de junio de 1750, la villa contaba con 43 familias de pobladores y once familias de la escuadra militar sumando un total de 223 colonos, además de 109 familias indígenas de la misión San Joaquín del Monte, que incluían 312 individuos. La villa quedó geográficamente situada en uno de los meandros del río Bravo, expuesta a las inundaciones anuales, como lo refiere el ingeniero Agustín López de la Cámara Alta, en su Descripción General de la Nueva Colonia de Santander en 1756. 

En su reporte mencionaba que “en septiembre y octubre, desamparan las familias la villa, tomando las lomas con bosques para poder vivir, por no exponerse a perder la vida en una noche ejecutando todos los años.” La villa permaneció a merced de las inundaciones anuales en este sitio por 53 años hasta que fue trasladada a la Loma de San Antonio en 1802, en lo que es la actual ciudad Reynosa.

Carlos Cantú fungió como el primer capitán y justicia de la Villa de Reynosa por más de medio lustro, durante la formación de su primer asentamiento. El capitán Carlos Cantú González amerita un lugar especial en la historia de Reynosa, debido a que la gestación de esta moderna ciudad surgió de la iniciativa y arrojo de este ilustre personaje.

(Martín Salinas Rivera *Antropólogo y cronista de Reynosa)