Sobrevuela EUA península coreana con bombarderos
Miami, Estados Unidos.- Al Gobierno de Estados Unidos se le agotó la paciencia con el papel de Beijing en la crisis norcoreana. El Presidente estadounidense, Donald Trump, acusó este sábado a China de no hacer nada para ayudar a frenar las ambiciones nucleares de Corea del Norte y advirtió, sin entrar en detalles, que ya no lo tolerará.
El aviso llegó horas antes de que Estados Unidos sobrevolara con bombarderos estratégicos B-1B la península coreana y al día siguiente de que el régimen de Kim Jong-un lanzara por segunda vez con éxito un misil intercontinental, el cual cayó en el mar de Japón.
No es la primera vez que el Pentágono decide desplegar este tipo de aviones, estacionados en su base aérea de Andersen, en la isla de Guam, para exhibir su fuerza militar.
Lo hizo de la misma forma a finales de mayo y el pasado 4 de julio después de que Pyongyang lanzase otro misil intercontinental.
La advertencia a China la realizó el Mandatario de Estados Unidos a través de Twitter, red social que en los últimos días se ha consolidado como la plataforma para las comunicaciones importantes del Presidente, desde la prohibición a los transgéneros en el Ejército hasta el despido de su Jefe de Gabinete.
"Estoy muy decepcionado con China. Nuestros estúpidos líderes pasados les han permitido hacer cientos de miles de millones de dólares al año en comercio, pero no hacen nada para nosotros con Corea del Norte, solo hablar", escribió el Mandatario en Twitter.
"Ya no permitiremos que esto continúe. China podría fácilmente resolver este problema", agregó.
Los ataques a Beijing fueron una constante de la campaña electoral de Trump. Una vez que asumió la Presidencia a finales de enero, el republicano arremetió contra el Gobierno de Xi Jinping por no presionar más a Pyongyang, que tiene en China a su mayor aliado, para que detenga sus provocaciones nucleares.
Pero las quejas de Trump se suavizaron en abril después de reunirse en Florida con Xi, en la que fue su primera cita bilateral. El republicano detuvo las críticas, incluso cuando volvió a ver al Presidente chino en la cumbre del G20 en Hamburgo. Y destacó los pequeños acuerdos en asuntos comerciales que han alcanzado ambos países en los últimos meses.
Tras el lanzamiento del primer misil norcoreano, Trump amenazó con adoptar represalias militares contra Pyongyang. Pero, por ahora, la estrategia de su Gobierno sigue centrándose en la búsqueda de una solución diplomática al conflicto.
El Gobierno de Estados Unidos cree que China debe presionar mucho más a Corea del Norte para que desmantele su programa atómico.
Washington ha restringido los viajes de estadounidenses a Corea del Norte y busca el consenso necesario en la ONU para imponerle nuevas sanciones.
El Pentágono impone la cautela, consciente de las consecuencias imprevisibles que desataría una respuesta militar. Sobre todo para Corea del Sur y Japón, los dos aliados estadounidenses en mayor peligro en la región y que podrían ser atacados rápidamente por su vecino del norte.